Oviedo - Málaga CF

Sergio Egea, Víctor y un miniclásico con mucho futuro malaguista

  • Los técnicos de Oviedo y Málaga coincidieron en el filial del Madrid en la temporada 1995/96, en una plantilla con varios jugadores que despúes vendrían a la Costa del Sol

Un once inicial del Real Madrid B Castilla - Barcelona B, con Víctor y Egea.

Un once inicial del Real Madrid B Castilla - Barcelona B, con Víctor y Egea.

El fútbol devora etapas, pero también tiene un punto de cíclico. Este lunes se ven en los banquillos de La Rosaleda, en el Málaga-Oviedo, Víctor Sánchez del Amo y Sergio Egea. A mediados de los 90, uno era un prometedor interior de la cantera del Real Madrid y el otro, un pujante entrenador argentino que dirigía una gran camada de jóvenes cachorros blancos.

"En esa época tuve futbolistas de Primera División, fue de esas hornadas que aparecen en los filiales porque ellos ejecutaban de maravilla, Víctor fue uno de los que llegó", rememora Egea antes del partido de este lunes. En esa plantilla del filial blanco, que completó una temporada tremenda para acabar en el cuarto lugar de la Liga, germinaban varios jugadores que tendrían su futuro no muy lejano en Málaga.

Está publicado este vídeo en Youtube con un miniclásico (entonces no se conocía así) que recoge íntegro un enfrentamiento entre el Real Madrid Castilla y el Barcelona B en la extinta Ciudad Deportiva de la capital española. Venció un 7 de enero el filial blanco por 2-0. Y se puede ver a un amplio número de jugadores que también estarían vinculados a Málaga.

Un Real Madrid B Castilla - Barcelona B de 1995/96

En el Real Madrid B estaban en ese partido Fernando Sanz, capitán aquel día y posteriormente jugador, también capitán, propietario y presidente del Málaga durante más de una década. Igualmente, Roberto Rojas, que fuera lateral derecho malaguista en la primera época dorada de Peiró, el portugués Agostinho y al ahora técnico Víctor Sánchez del Amo. Estaba también en esa plantilla (jugó 21 de los 38 partidos de esa temporada) Koke Contreras, ahora ayudante de Víctor en esta aventura en el banquillo de La Rosaleda. Desde entonces se fraguó una amistad que perdura. Otro mito del malaguismo, Carlos Alejandro Sierra Fumero, Sandro, también integraba aquel plantel.

En el filial del Barcelona, también mucho futuro malaguista notable. En la portería, Francesc Arnau, durante 10 años portero malaguista y después director de cantera y deportivo en el club. En la banda derecha, Rufete, que conformaría junto al citado Agostinho uno de los pares de bandas más recordados por el malaguismo. Tras recalar previamente en Toledo y Mallorca, aterrizó en Málaga y fue la lanzadera para su carrera. Sería el primer internacional español del Málaga Club de Fútbol

En el equipo azulgrana también figuraba Jorge Monsalvete, sevillano que justamente en la temporada siguiente ficharía por el Málaga para jugar la penúltima temporada del club en Segunda B, la última en la que no se pudo alcanzar el ascenso. Y era central en aquel equipo Fernando Porto, instalado desde hace muchos años en Málaga y que dirigió a varios equipos de la provincia.

Tras aquella temporada, Víctor saltaría al primer equipo blanco para ser pieza importante en el título de Liga a las órdenes de Fabio Capello. De hecho, marcó en el antiguo Tartiere en una victoria blanca (2-3). Después saldría para ir a Racing, Deportivo y acabar su carrera en el Olympiacos. Egea, tras experiencias en Toledo, Hércules y Valladolid B, vinculó su carrera a Hugo Sánchez, con el que estuvo 10 años en el banco. Entrenador del Oviedo de 2014 a 2016, consiguió el ascenso a Segunda División y dejó el banquillo al año siguiente. Después de una efímera experiencia en los Pumas de México, uno de los clubes más grandes del país, fue reclutado por el club carbayón para relevar a Anquela y apurar las opciones de meterse en la liguilla de ascenso a Primera.

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