Fue una semana de movimientos en el Málaga CF y también entre la afición. La Grada de Animación tenía previsto hacer una huelga, pero decidió desconvocarla después de la salida de Manolo Gaspar. Era un partido ante el Real Oviedo de máxima necesidad y cualquier ayuda era poca. "Después de esta intensa semana de noticias que rodean al Málaga CF, tras las diferentes peticiones para que volvamos a la animación realizadas por Pellicer, ciertos jugadores, prensa y afición (con excepción de los actuales dirigentes del club), hemos decidido recoger el guante y animar el próximo partido contra el Real Oviedo. Aun así, no olvidamos la gestión nefasta que se está llevando a cabo en el Málaga CF y seguiremos pidiendo que salgan los responsables", comunicaron este jueves.

Y así fue. En los prolegómenos del partido hubo un corteo de los aficionados de la Grada hasta llegar a La Rosaleda con cánticos, bufandeo y una marcha que desembocó en el estadio para entrar minutos antes del pitido inicial del encuentro, decisivo para seguir teniendo opciones de lograr la salvación.