Ni tan bien... ni tan mal
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El Costa del Sol se fue para Florencia tras un partido soso y aburrido La Fiorentina solventó en 20 minutos ante un Málaga sin profundidad y falto de ideas Ochoa no tuvo un buen debut
Los amistosos veraniegos sirven para poco más que coger la forma. No es tiempo de sacar conclusiones, ni positivas ni negativas. Parta esa premisa como contexto del partido de ayer. Bien es cierto que para ser el estreno ante La Rosaleda y después de una gira ilusionante por Alemania y Suiza se esperaba otra cosa de este nuevo Málaga de Javi Gracia. La Fiorentina aportó ciertas dosis de realidad al conjunto blanquiazul, que no mostró la frescura física y de ideas de duelos anteriores. 12 días antes del estreno liguero en este mismo escenario, queda trabajo por delante y alguna que otro remache que aportar desde los despachos.
El primer atisbo de realidad llegó pronto. Ni cinco minutos habían transcurrido de Costa del Sol cuando Rossi sacó el capote en el área de Ochoa para adelantar a los italianos. Weligton y Rosales evidenciaron falta de contundencia a la hora de despejar y el ex del Villarreal liquidó en una baldosa a Sergio Sánchez antes de batir con suma exquisitez al portero mexicano, que se estrenaba como titular en La Rosaleda con una actuación ciertamente dudosa.
Pese a que nada pudo hacer en el primero, el segundo retrató serios problemas a la hora de salir de puños. Una salida en falso permitió a Gonzalo Rodríguez poner el 0-2 en apenas 20 minutos de partido. Algunas dudas en su estreno como local, donde sí se le vieron muestras de cariño hacia una afición blanquiazul que le toma por el heredero de Willy.
Si la trigésima edición del Costa del Sol había empezado con poco ritmo, los dos mazazos viola no ayudaron a levantarlo. Neto perdía tiempo en cada saque como si algo le fuera en ello. Quizá la mejor (y casi única) demostración de que la Fiorentina no vino a Málaga de paseo. Por lo demás, la calidad de Borja Valero y Pizarro hizo el resto. Prácticamente andando salieron una y otra vez de la tímida presión malaguista.
La intensidad no fue la que los hombres de Gracia habían mostrado hasta ahora en pretemporada. Tampoco el juego. Castillejo y Horta desbordaron poco y en sus incursiones verticales no lograron enganchar ningún disparo peligroso, una de las armas que quiso explotar el técnico navarro con el paso de los minutos.
Santa Cruz se fajó entre Gonzalo Rodríguez y Savic. Su excelente capacidad para bajar el balón y aguantarlo logró sacar opciones para Duda, Horta y Camacho, pero ninguno pudo batir a Neto. Estuvo más cerca el nuevo 10 malaguista, pero su disparo ajustado se marchó rozando el palo.
El cambio de tercio sirvió para que Gracia diera entrada al fichaje más ilusionante del verano, Luis Alberto. Duda se fue al banco tras demostrar, una vez más, que se siente comodísimo en la mediapunta. El primer balón que tocó el sevillano acabó en un testarazo de Camacho que casi acorta distancias en el marcador.
La entrada de ambos cambió la cara del Málaga. Varias arrancadas de los dos hombres de refresco levantaron al público de su somnolencia. En una de ellas, Juanmi se quedó sólo ante Neto después de que Santa Cruz dejará pasar el balón tras pared con Luis Alberto. El coineño intentó batirle con una sutil vaselina al cancerbero portugués, pero su remate se marchó rozando el palo. Poco más a partir de ahí.
Rosales, justo en el día que Gámez debutaba de rojiblanco, tampoco descolló. Su profundidad derivaba en centros poco aprovechables. Tendrá tiempo para demostrar el venezolano, pues su lateral parece tener dueño único.
Pero esa presencia nunca fue productiva. Los minutos pasaban como un goteo inaguantable. Como un amistoso más, como si se hubiera olvidado la importancia de presentarse ante su público. Rebajando la ilusión generada en los partidos anteriores. No toda, claro. Ni antes eran tan buenos, ni ahora tan malos, como diría aquel.
El tramo final sirvió para que Joaquín recibiera un merecidísimo homenaje de La Rosaleda, que se puso en pie para darle la bienvenida a uno de los jugadores que llevó al equipo a la cima de Dortmund. También hubo reparto de minutos en ambas escuadras. Algo más destacadas las ausencias de Angeleri, Rescaldani o Pablo Pérez que se quedaron sin saltar al campo en la noche de ayer.
En la última prueba antes del estreno ante el Athletic, el Málaga mostró dudas y carencias, oscureció su estelar pretemporada y envió un particular aviso a la dirección deportiva. Quedan cosas por pulir y no todo puede solventarse con lo que hay.
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