La Rosaleda transformó la ira por las actuaciones arbitrales en energía para el equipo. Y viceversa. El equipo contagió orgullo y entrega cuando tenía que multiplicarse para defender la victoria y estaba con uno menos. La comunión se estableció, hacía tiempo que no latía al unísono el corazón del equipo y el de la grada.

Crédito para el Gato Romero, que va haciendo un equipo reconocible. Y que va recuperando jugadores para la causa. Por ejemplo, Keko y Chory. Las bandas ayer fueron muy importantes, ambos fueron un constante incordio. Se le reprochó su insistencia con el uruguayo al inicio de su etapa, pero va recogiendo los frutos poco a poco. Con el de Brunete, su forma física mejora por días. Ayer fue desequilibrante, sus carreras causaron estragos. Los laterales, Rosales y Juan Carlos, estuvieron también a gran nivel.

Kameni pudo hacer más en el gol y Demichelis estuvo fallón en la salida y ello originó la falta del primer gol. Pero acabó imperial, intimidando a los rivales cortando balones de todos los colores. Mezcla ideal con Luis. Camacho y José Rodríguez no estarán en Ipurua, deberá improvisar un medio centro que ha mezclado bien en estos dos partidos. No estará ninguno. Fornals y Charles, los más adelantados, dieron el triunfo con sus goles.