Fichaje de Okazaki

Golpe de marketing para la marca Málaga CF

  • La llegada de Shinji Okazaki conecta al club con el mercado japonés, donde el futbolista es un referente

  • Repaso a la carrera del delantero, campeón de la Premier League con el Leicester y tres veces mundialista

Okazaki estira en un partido de la Premier con el Leicester.

Okazaki estira en un partido de la Premier con el Leicester. / EFE

Tras casi una semana de espera, el Málaga hizo al fin oficial la incorporación de Shinji Okazaki. Y se notó el hambre de fichajes en una afición que reaccionó en tromba al curioso anuncio con el que el club ponía el punto final a la espera, un breve vídeo con música oriental para el primer asiático en vestir la camiseta blanquiazul. Una operación que, más allá de lo que pueda ocurrir deportivamente, supone un tremendo golpe de marketing para la marca Málaga CF.

El conjunto malagueño se conecta al mercado asiático a través de un tres veces mundialista con Japón (Sudáfrica 2010, Brasil 2014, Francia 2018) y campeón de la Premier League con el icónico Leicester de Claudio Ranieri. Allí formó hace tres temporadas una dupla memorable con Jamie Vardy en un once que los más seguidores del campeonato inglés podrían recitar de carrerilla. Permaneció estas últimas campañas en los Foxes con menor éxito tras escribir una de las historias que quedarán para los libros del fútbol, pero sin perder nunca el foco mediático que su pone su figura.

Al fin y al cabo, el salto de Okazaki es el de un referente para su país, del que es el tercero con más apariciones y el tercer mayor goleador con 50 tantos en 119 partidos. Y encima, para aterrizar en la recién bautizada Liga SmartBank, nuevo nombre de LaLiga 1|2|3. Su llegada se produce además en un momento donde el fútbol nipón se expande en España, con casos como los de Takashi Inui (Betis, Eibar) y Gaku Shibasaki (Tenerife, Getafe, Deportivo), o el tremendo interés surgido por el jovencísimo Takefusa Kubo, que disputa ahora la pretemporada con el Real Madrid a sus 18 años. 

"Quería jugar en España", eran las primeras palabras del delantero a su llegada a Málaga cuando se le cuestionaba por jugar en Segunda. Deportivamente renuncia a otras opciones interesantes en el extranjero y económicamente cambia un salario de Premier League por uno mucho menos voluminoso, pero lo hace, como él mismo dice, por jugar en la liga española independientemente de la categoría con la ambición de ayudar a que el club vuelva a la élite.

Tras el anuncio oficial por parte del Málaga, la cuenta de LaLiga para Japón (@LaLigaJP) daba la bienvenida a España a un Shinji Okazaki que jugará en el cuarto país de su carrera. El delantero, nacido en la prefectura de Hyogo en abril de 1986, comenzó su carrera futbolística en el Shimizu S-Pulse de la J League, con el que jugó 154 partidos e hizo 49 goles en cuatro temporadas y media.

Su rendimiento que le valió para dar el salto a Alemania, uno de los países precursores del fútbol japonés en Europa con jugadores como Yasuhiko Okudera, el primero en dar el salto en los '70, u otros contemporáneos en el boom más reciente como Makoto Hasebe (Wolfsburgo, Eintracht), Uchida (Schalke), Sakai (Hannover 96, Marsella) o Kagawa (Dortmund y Manchester United). En el caso de Okazaki, el delantero jugó dos años y medio en el Stuttgart (85 partidos, 13 goles) y otros dos en el Mainz (70 partidos, 29 goles) antes de marcharse a la Premier League de la mano del Leicester.

Con Claudio Ranieri escribió la ya citada historia, un título de la Premier League mágico en el que se complementó con Jamie Vardy a la perfección. Pese a su buen golpeo y capacidad de remate de cabeza, no es un nueve puro Okazaki, que se maneja mejor en espacios abiertos y acompañado de una referencia como fue el inglés, tercer máximo goleador aquella campaña con 24 goles. Cinco anotó el japonés en Liga y otro en Copa, disputando un total de 39 partidos.

Mantuvo su participación en las dos campañas siguientes con la presencia del Leicester en Champions y su vuelta a la tierra para luego verse este último año relegado con los técnicos Claude Puel (primero) y Brendan Rodgers (a partir de febrero) en favor de otros jugadores como Iheanacho o Ghezzal, más allá del intocable Vardy. Así las cosas, Okazaki apenas disputó 269 minutos en 21 partidos de Liga y su último gol en partido oficial de élite fue el 13 de diciembre de 2017, con un doblete al Southampton en una victoria de los Foxes por 1-4.

Así llega Okazaki al Málaga, con hambre de reivindicación y ascenso. Los meros rumores ya armaron revuelo y fue recibido por multitud de prensa a su llegada a la estación María Zambrano. Su nombre y su historia le dan una condición de estrella que ahora ha de granjearse en el campo de la mano de Víctor Sánchez del Amo. El suyo es el primer fichaje de este verano de 2019. Parece que el árbol ya se mueve.

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