El Málaga ya está más que preparado para jugar con cartas nuevas la recta final del mercado de fichajes. La aprobación en asamblea por parte de LaLiga del acuerdo con el fondo de inversión CVC (en la que estuvo presente José María Muñoz, administrador judicial del club) es una especie de maná a cortísimo plazo para los blanquiazules. Tiene letra pequeña el acuerdo y detalles a tener en cuenta, pero en clave blanquiazul supone una estimulante subida del límite salarial y un mayor presupuesto para acometer los dos últimos fichajes con una mayor capacidad para competir con otros rivales.

La inyección global es de 2.700 millones de euros y el reparto se establece según distintos criterios tales como ingresos televisivos y resultados deportivos de los últimos siete cursos. Esto permitirá al Málaga contar con algo más de 40 millones según las primeras estimaciones. La partida que recibe el club debe dividirse en un 85% que a su vez obliga a dedicar un 70% a infraestructuras e inversiones y el 15% a deudas y pérdidas. Queda un 15% que es el máximo a gastar en materia de fichajes y plantilla. La entidad tiene la posibilidad de decidir si lo reparte en uno, dos o tres años.

En tal escenario el club tendría capacidad para finalizar una ciudad deportiva como merecería tener la entidad o liquidar el último préstamo de LaLiga. También sucede, aunque parece que está cuestión no ha calado tanto, que el Málaga gozará de una mayor autonomía y capacidad para subsistir sin tener que recurrir a otras herramientas ni factores externos (como la póliza de crédito) mientras se resuelve su compleja situación accionarial y su vida paralela en los juzgados.

Manolo Gaspar ya dijo que necesitaban más pólvora, lo que traducido quiere decir un par de delanteros. Con la plantilla prácticamente cerrada, tiene algo más de dos semanas para firmar a los puntas que considera que darían un salto de calidad a la plantilla (de esto también habló José Alberto públicamente en alguna ocasión) y la redondearían.

No olvidan, sin embargo, que igual que el Málaga va a tomar oxígeno, todos sus rivales –en mayor o menor medida– también. Así que se equilibra la balanza. Desde luego, antes de este momento, ha sido capaz de conseguir convencer a ciertos jugadores (ahí está Peybernes en su presentación confirmándolo) para compensar la falta de capacidad monetaria.

Hay un delantero que gusta mucho y que ya estuvo en el radar malaguista hace tiempo como Sekou Gassama. No es el único. Pero tanto en un caso como en cualquier otro, hay factores que juegan un papel importante para llegar al final deseado. La categoría, el tiempo, otras ofertas, la necesidad del club propietario...

Aun así, después de lo vivido en los últimos casi dos años, en La Cueva están preparados para casi todo. De hecho, la hoja de ruta está siendo casi calcada a lo que se esperaba. Los delanteros tenían que llegar a última hora y así será. No se pierde la esperanza de llegar a firmar, incluso, a uno antes del lunes y poder inscribirlo para que esté a las órdenes de José Alberto López en el estreno de su Málaga contra el Mirandés. Partido para el que, por otro lado, ya ha sido inscrito Ismael Casas como reza en la web de LaLiga.