Málaga CF - Real Zaragoza: Del ruido al césped (18:30)

Bajo el eco del Mundial 2030 y el barullo con La Rosaleda, el Málaga necesita una victoria para sumar todavía más tranquilidad ante un rival inmerso en una peligrosa crisis social

Altas y bajas del Málaga

La grada de animación, durante el Málaga-Deportivo.
La grada de animación, durante el Málaga-Deportivo. / Carlos Guerrero

Málaga/Aparcado el ruido de La Rosaleda y el Mundial 2030, su casuística y una semana donde se ha desviado el foco. No es una novedad en el Málaga CF, más una rutina, con un doctorado en cómo convivir con asuntos extradeportivos. Se seguirá hablando del estadio, sedes, obras, instituciones y todo ese embrollo alrededor del estadio blanquiazul, que se pondrá bonito este domingo en horario de tardeo (18:30 horas) para recibir al Real Zaragoza, otro club curado de espanto y que llega a Málaga bajo un terremoto social. Dos clubes con sus paralelismos, aficiones amplias e intensas que ejercen esa presión y exigencia, ciudades de Primera y un decrecimiento prácticamente juntos de la mano, con sus contextos. Y rivales directos, separados solo por un punto, accidentalmente porque los propósitos eran otros en verano, 31 los blanquiazules y 30 los maños, aunque la calidad del aire en el Ebro es bien distinta.

El Málaga echa raíces en esa zona que puede volverse pantanosa, que la cabeza y la cola queden a un mundo. Se firma con sangre en agosto, quizá también en unos meses, pero insiste Pellicer en el tono, el gancho, y ese trasfondo de no caer en un estado de complacencia. Más en una Segunda División que puede atraparte. El 2025 se atraganta, aunque el equipo tuvo control y personalidad en Anduva, no tanto con el Deportivo. Ese 1 de 6, ahora en La Rosaleda, frente a un rival tocado, pues se abre esa buena oportunidad y sumar aún más tranquilidad, e implícitamente de optimismo y abrir sueños. Esa percepción superficial que el equipo tiene menos puntos de los que mereció, víctima de la ciencia inexacta del fútbol. Pero nada se puede reprochar a este Málaga en competitividad, salvo algún caso muy aislado. Y un exceso de empates que ha perturbado el camino sólido hasta aquí.

Una semana atípica en los blanquiazules, que obligará a algunos jugadores a hacer el esfuerzo. Desfallecido Alfonso Herrero por un virus, una escabechina dentro del vestuario, también tocó a Dioni, antes a Roko y Luismi Sánchez. Deberían participar, pero en condiciones justas. Sergio Castel sigue fuera, igual que Juanpe, Haitam y Dani Lorenzo, paso por el quirófano que altera el plan de Pellicer, que contará de nuevo con Chupete. Volverá Kevin Medina, un recurso más en un frente de ataque amplio y con variantes. Más ajustes atrás, donde el equipo ha perdido algo de orden y vigor, por ahí pasa el desarrollo de este Málaga, aunque Deportivo y Mirandés tienen dinamita. Encajar poco o nada sobre todo en La Rosaleda, donde cuatro de las cinco victorias (Huesca, Eibar, Cartagena y Eldense) llegaron con portería a cero. No es casualidad.

Muy necesitado el Real Zaragoza, el día de la marmota las temporadas del equipo maño, protagonista en agosto-septiembre y cayendo en picado, como ver a Víctor Fernández huir una vez más de La Romareda. Llegó Miguel Ángel Ramírez y el estadio ya pedía su cabeza en su debut, la pasada semana ante el Tenerife (2-2). Un cruce dialéctico con José María Movilla esta semana, un semidiós en Zaragoza, ha abierto más aún esa distancia entre técnico y afición, asumiendo que se pinchó el globo. También se organizó un coloquio con Fernando López (director general) y Lluís López (capitán), donde el entrenador señalaba a la prensa y algunos "aspectos amateurs" del club. Una situación muy difícil de reconducir, lejos del descenso, pero en Zaragoza, ecosistema particular, se acumulan temporadas jugando con fuego. Ha ganado uno de los últimos diez. Puede echar más gasolina el Málaga, también con su particular ruido alrededor, ahora le toca al césped.

stats