El banquillo del Albacete tiene nuevo inquilino. Alberto González Fernández (Tolox, Malaga, 7 de junio de 1979) es nuevo entrenador del equipo manchego. El técnico andaluz, que llega procedente de la disciplina del Real Betis Balompié, firma por lo que resta de temporada y la siguiente tras el acuerdo alcanzado entre el Alba y el club bético. Junto a él recalan en nuestro equipo Enrique González, segundo entrenador, y Juanjo Rico, preparador físico.

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Alberto González comenzó su andadura como preparador en categorías inferiores de equipos de su tierra hasta ingresar en la disciplina del Málaga CF, con el que, en 2011, logró el hito de quedar subcampeón de España en categoría juvenil. Fue la generación de Samu Castillejo, Juanpi Añor, Rafa de Vicente o Fabrice Olinga.

Tras pasar por varios equipos de Tercera, en 2016 logra su primer ascenso de categoría, con el CP El Ejido. En la categoría de bronce se mantiene dos temporadas y media junto al equipo ejidense, para luego recalar de nuevo en la Tercera División andaluza para ponerse, en la temporada 19-20, a los mandos del Real Jaén. Tal es su trabajo en el equipo blanco que a mitad de temporada es requerido por el CD San Fernando, con el que regresa a un banquillo de Segunda División B, con el que logra el objetivo marcado.

Ese verano ficha por el Linares Deportivo, equipo en el que consigue un notable hito: no solo lo mete en la fase de Play Off de ascenso a LaLiga Hypermotion, sino que llega a dichas eliminatorias como campeón de su grupo tras una temporada regular sobresaliente, ascendido así a la recién creada Primera RFEF.

A pesar de marcharse en verano de 2022 del conjunto azul, regresó en la jornada 5 para, de nuevo, hacer una temporada reseñable. El Linares Deportivo se clasificó, otra vez, para la fase de ascenso a la categoría de Plata de nuestro fútbol, siendo eliminado por el Deportivo de La Coruña en Riazor. Pulió, de hecho, en sus filas al ahora jugador del primer equipo del Barça Fermín.

El pasado curso, su último en Linares, se cumplió el objetivo. Este verano recaló en la disciplina del Real Betis para dirigir a su filial, en Segunda RFEF, en puestos de fase de ascenso. Ahora llega a Albacete listo para el desafío que se avecina, salvar la categoría.