El Málaga ha intentado confeccionar su plantilla en este pasado mercado de fichajes tratando de no superar ciertos márgenes en cuanto a los sueldos de los futbolistas. Se ha impuesto a sí mismo una suerte de límite salarial (este aspecto no está regulado fuera del fútbol profesional) en el que ha buscado el equilibrio y sólo ha realizado excepciones en puestos estratégicos.

La entidad de La Rosaleda ha hecho esto a pesar de contar con liquidez para poder pagar algunos salarios mayores y optar por futbolistas de un nivel superior a la media de Primera RFEF y hasta por encima de sus mejores hombres. Pero se entendió que era importante que no se produzca diferencias tan relevantes en el vestuario como para viciar su atmósfera o generar agravios.

Empezando por la cúspide, el máximo de sueldo por esta temporada 2023/24 se sitúa en los 200.000 euros. De todos los hombres de Sergio Pellicer, solamente dos han alcanzado esta condición por el momento. Después habría un segundo escalón que bordea por arriba y por abajo los 160.000 euros y donde se coloca a un núcleo de jugadores importantes, muchos de ellos aterrizados este verano.

La cifra va menguando a partir de ahí en algunos futbolistas pero que andan cerca del anterior escalón y están bastante por encima de los 100.000 euros. Por debajo de eso, casi todos los que quedan son jugadores de la casa y alguna excepción concreta. Todo hasta formar una plantilla que suma un coste algo inferior a los millones de euros.

Se debe tener en cuenta que es un punto de partida para establecer estos baremos. Luego hay particularidades en algunos acuerdos. Primas por ascenso, bonus y otras cláusulas. También situaciones heredadas que en ciertos casos han supuesto algo de ahorro como las bajadas de sueldo por el descenso del equipo y que afectó a algunos jóvenes.

En ciertos momentos del mercado (especialmente tras los traspasos de Cristian Gutiérez y Álex Calvo), el Málaga contó con la liquidez suficiente como para afrontar operaciones de un nivel superior pero decidió que el dinero sobrante se guardase para renovaciones (hasta ocho componentes del primer equipo finalizan su contrato el próximo 30 de junio) y mercado invernal, en parte también por no incluir algún elemento distorsionador en el vestuario.

“Hemos tenido que hacer dos ventas porque en el presupuesto marcado que había que hacer dos ventas por valor de 1,2 millones de euros sí o sí. Se ha superado y han sido 1,6. Realmente, al final el dinero… Ya lo comenté en alguna rueda de prensa, un jugador tiene que venir por convicción, no sólo por motivos económicos. Esa es la línea que se ha seguido. Todos han venido por convicción sobre todo, porque han querido venir. Hemos establecido unos baremos y de esos no nos hemos querido mover. ¿Que nos podíamos haber movido en otros baremos? Sí, pero era nuestro plan de inicio y hemos seguido esa línea hasta el final”, decía en este sentido el director general del club, Kike Pérez, en la reciente entrevista que concedió a Málaga Hoy.

El Málaga cuenta para este curso con un presupuesto que supera los 7,5 millones de euros sin contar un buen número de ingresos previstos (Iván Jaime, Caso Horta, etcétera). De esa cifra destina al fútbol un total de 4,3 millones de euros donde casi todo se invierte en la primera plantilla y queda 1,3 millones de euros para toda la cantera.