Nadie se libra de la ominosa actuación del Málaga en El Toralín. Para reflexionar en el vestuario sobre lo que se vio en el estadio berciano.
Dani Martín (-)
Manos blandas en el gol que abrió el marcador. Después, un par de buenas manos. Pero también está en el desastre.
Víctor Gómez (-)
Quizá quien más cerca estuvo del aprobado. Pero también en el primer gol le supera Naranjo muy fácil. Quien más intensidad puso.
Peybernes (-)
Mal el francés, a quien Yuri bailó un par de veces. A destiempo, lento... Para olvidar.
Juande (-)
El penalti que propicia el 3-0 no es tolerable para un profesional.
Cufré (-)
Seguramente Kevin no le ayudó mucho, pero su banda fue una autopista en la primera mitad. No mejoró en la segunda.
Paulino (-)
Voluntarioso, pero improductivo. No es escondió, pero no creó peligro.
Escassi (-)
Aguas por todos lados, superado sin el bastón de Luis Muñoz. El centro del campo estuvo en inferioridad.
Jozabed (-)
Carrerita para recuperar en el 1-0, un tren le pasó por encima en el 2-0... No fue el día del sevillano.
Kevin (-)
Desaparecido media hora, las primeras señales de vida fueron suyas. Un balón al larguero, uno más.
Thomas (-)
Le deja todo, pero las luces ante la meta siguen apagadas. Tuvo el 3-1.
Roberto (-)
Se peleó solo contra un muro, sin resultado. Cambiado al descanso.
Haitam (-)
Desde la banda derecha intentó crear algo de peligro, alborotó más que concretó. Expulsado por levantar mucho un pie y contactar con Ríos Reina.
Ramón (-)
El granadino tuvo minutos tras el descanso, pero no pudo cambiar el rumbo. Parte del naufragio.
Antoñín (-)
Tuvo en sus botas el 3-1, pero controló en vez de rematar y fue tarde. No es aún, ni de lejos, el jugador que se fue al Granada hace año y medio.
Calero (-)
La mejor noticia. Minutos de juego más de nueve meses después. Tiempo para ver una amarilla.
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