El Málaga no es un equipo que derroche fútbol. Fútbol del vistoso, estético, combinativo. Sus recursos son limitados. Y es cierto que suele explotar muy bien lo que tiene. Pero las ausencias se dejan notar y mucho. Sobre todo en el aspecto ofensivo. Por eso se anhela, y de qué manera, a jugadores como Javi Ontiveros y Luis Hernández.

El marbellí como el madrileño continúan entre algodones y su concurso en el próximo partido contra el Zaragoza está en el aire. El entrenamiento de hoy será fundamental para ver si les da tiempo a llegar en condiciones a la cita. Muñiz ya adelantó la semana pasada que no forzará con ningún jugador si existe el más mínimo riesgo de recaída.

Tanto Ontiveros como Luis Hernández no se entrenaron ayer con el grupo en el regreso al trabajo tras un día de descanso. Labores en el gimnasio la mayoría del tiempo y algo de balón y césped para el defensa junto al readaptador Manu Gestoso.

Las vueltas que da el fútbol. La temporada anterior a algunos les chirriaba ver a Luis Hernández sacando de banda. En este curso se convirtió en uno de los recursos más eficaces del equipo para hacer goles y también para intimidar a los contrarios, conscientes de que la potencia de saque del central convertía una acción considerada menor por muchos como una especie de córner. Ahora que no está en el césped para ejecutarlos, se nota su falta. Muñiz hasta ha intentado copiar la fórmula con Diego González sin mucho éxito.

Ontiveros es otra cosa. Es de los pocos jugadores del Málaga que desborda y que además condiciona a los rivales. Cuando tiene el día resulta letal. Últimamente Muñiz tiró de él como de revulsivo ante la falta de alternativas en el banquillo. El canterano no ha tenido una regularidad espectacular, pero ha marcado diferencias. Ha regalado varios goles de jugadas que sacó de su chistera y estaba siendo el mejor socio de Blanco Leschuk.

Otro que cayó lesionado cuando comenzaba a despuntar y darle cosas diferentes al equipo es Mamadou Koné. En el club no tienen mucha fe de que vaya a llegar a tiempo para el cierre de la primera vuelta contra el Zaragoza. Es la realidad actual del Málaga, que a pesar de tener a tiro todavía la primera plaza de Segunda División, emite algunas señales preocupantes. Tampoco es un secreto que la plantilla anda corta de imaginación y creatividad. Aunque el plan A sea uno, no le vendría mal alternativas por lo que pueda pasar.