Talavera-Málaga CF: La venganza se sirve fría (2-1)

Consumó su venganza en diferido el Talavera, heredero del desaparecido rival del Málaga CF del 98. Esto es la Copa del Rey, una oportunidad para los Davides contra los Goliats, aunque no fue precisamente un gigante temible el conjunto de Juanfran Funes, que sufre su primera derrota desde que tomó el mando. Los malaguistas siguen siendo fieles a su anti-idilio con el torneo del KO.

No ardió Talavera de entrada, más bien fue un poco frío todo. Caliente recibimiento de los hinchas locales y luego la gélida noche se dejó notar. Dentro y fuera del césped. Un partido de Copa Copa. Con sus suplentes, sus alternativas y sus momentos de sopor.

No es que no hubiera ciertas ocasiones. Las hubo, tímidas en su mayoría. Tanto para unos como para otros, pero el juego no fue demasiado brillante. El Talavera estrenaba a un entrenador que posiblemente no se sabe todavía el nombre completo de todos sus futbolistas. Pero estos partidos no se juegan la mayoría de las veces desde la pizarra sino desde el corazón. El de menor categoría siempre sueña con cargarse a uno de superior categoría, sobre todo si es un histórico. Aunque es verdad que los locales están preocupados con su devenir liguero.

Para Funes era su primera cita copera. No fue a tirarla, sí fue a cumplir con lo que demandaba la situación. De entrada, un once que no repetía a ninguno de sus titulares de LaLiga Hypermotion. Necesita ir metiendo a ciertos jugadores en ritmo de competición, ver quién sí y quién no, quién ya y quién mañana. Eso incluía a su primer debutante, Pablo Arriaza, que cumplió con una función similar a la de Izan Merino desde que llegó el de Loja. Sorprendió, eso sí, que Rafita no fuese titular en el lateral diestro sino Jokin Gabilondo.

Fue precisamente el lateral vasco quien amenazó más seriamente a Jaime González a los 15 minutos con un disparo desde fuera del área. Era la réplica del Málaga a una falta en la que Nahuel Arroyo obligó a Carlos López a mostrar sus reflejos.

No fue el único disparo de fuera del área. Probaron Chupete y Rafa, quedándose el sevillano otra vez a centímetros de un golazo marca de la casa. Otro de los que entró desde el principio fue Haitam Abaida, tal y como había prometido Funes. El extremo anduvo cerca de batir a Jaime en una gran acción colectiva. El portero lo evitó de nuevo.

Se quedó el extremo en la caseta, también Aarón Ochoa. Por Haitam entró Rafita, que casi marca nada más reanudarse el partido. Por el menudo marbellí, Eneko Jauregi. Quería el técnico ver a dos delanteros de manera simultánea.

Y no estaba pasando gran cosa tampoco en la segunda mitad cuando el Málaga puso en bandeja el 1-0 al Talavera. De Montero a Montero. Un despeje de cabeza que se quedó algo corto y que Sergio Montero enganchó con la derecha de perfecta volea, imposible para un Carlos López tapado. Y en pleno frenesí llegó el 2-0.

Chupete perdió un balón en el centro del campo y el Talavera armó rápido el ataque, si bien marcó con un puntito de fortuna. Después de repeler de primeras, el esférico en pleno proceso de despeje, se tropezó accidentalmente en un jugador del Málaga y se aprovechó de nuevo Montero (66’).

Tiró cambios Funes. Primero metió a Adrián Niño y Larrubia (pasando a Rafita al extremo zurdo) y poco más tarde hizo debutar a Badiola. Entraron con viento en contra y el Talavera envalentonado con razón. Con los toledanos de fiesta y sus jugadores defiendo con uñas y dientes el resultado, Adrián Niño acortó distancias en el 89’. Y hasta ahí llegó la aventura copera del Málaga, con el clásico chasco de siempre. A pensar en el Zaragoza. Tiene el de Loja que arreglar cosas, especialmente a nivel defensivo, algo que viene azotando al equipo desde el día en que se rompió Luismi.