El bipartito formado por el Partido Popular y Opción Sampedreña, con Ángeles Muñoz a la cabeza, realizó ayer un balance positivo del primer año de gestión tras la moción de censura realizada en el Ayuntamiento de Marbella contra el ex alcalde socialista José Bernal. Junto al teniente alcalde sampedreño, Manuel Osorio, la primera edil destacó una mayor estabilidad y crecimiento económico en la ciudad en los últimos doce meses, con ejemplos como la recuperación de los 12 millones de euros procedentes de los bienes incautados en causas judiciales por corrupción en la localidad, la aprobación de los presupuestos para el ejercicio 2018 en enero de este mismo año o la reducción del periodo del pago medio a proveedores, entre otras actuaciones.

"El plazo máximo por ley es de 30 días, pero en marzo de 2017 comenzó a incumplirse con 38 días", explicó el también concejal de Hacienda, Manuel Osorio, una tendencia que, según señaló, continuó en los meses de abril (46), mayo (67), junio (56), julio (62) y agosto (52). "Pusimos esta situación en conocimiento del nuevo equipo de Gobierno y, gracias a un trabajo ímprobo por parte de las distintas delegaciones, ya en el mes de septiembre se redujo a 28 y, hasta el día de hoy, no se ha vuelto a incumplir el plazo que exige la ley", explicó el edil. "Ha sido un año de esfuerzo y trabajo duro en el que hemos conseguido reordenar el área económica y, a partir de ahí, hemos centrado nuestros esfuerzos en conseguir fondos para hacer una ciudad más amable e innovadora", manifestó.

En otro orden de cosas, Muñoz también hizo hincapié en que durante este tiempo se ha hecho un esfuerzo económico en la delegación de limpieza tanto para dotarla de una mayor flota de vehículos como para reforzar el personal destinado a la misma. "Se han invertido 13 millones de euros, y frente a la compra de un único tractor en dos años, hemos pasado a los 113 vehículos actuales", señaló.

Por su parte, el ex regidor marbellí, José Bernal, resumió el primer año del bipartito en "despilfarro, privatizaciones y regreso de los intereses personales". "Fue una moción de censura fraguada tras un giro radical de OSP que había decidido renovar el pacto de gobierno, al que le había dado un notable, y diez días después apostó por romper y gobernar con su archienemigo, el PP", dijo.