La regulación del tráfico por el Puente Nuevo está siendo una de las medidas más polémicas que se han tomado por parte del actual Gobierno municipal (PSOE, PA e IU), que defiende su vigencia para proteger este importante monumento. Mientras tanto, los vecinos de la zona sur de la ciudad y los partidos de la oposición siguen mostrando su rechazo a mantener esta restricción de la circulación mientras no existe una alternativa para la circulación rodada.

No obstante, según denunció ayer la portavoz del Partido Popular, María de la Paz Fernández, dicha medida también se convirtió en una nueva fuente de ingresos para el Consistorio, ya que han sido más de 300 multas las que se han impuesto a conductores por parte de los agentes de la Policía Local por no respetarse la señalización existente. Unas multas que ya han reportado unos ingresos de más de 23.000 euros para las arcas municipales, ya que cada una de estas multas conlleva una sanción de 30 euros.

De este modo, las infracciones de los conductores se han convertido en una vía de ingresos que se cree que se podría duplicar o triplicar una vez que comiencen a funcionar los sistemas de cámaras que se han instalado en la zona y que no realizarán ningún tipo de discriminación en cuanto a los motivos que han podido llevar a saltarse una señal y procederán de forma automática a imponer una multa.

Fernández también lamentó que algunos de estas sanciones se produzcan por despistes de pocos minutos sobre los horarios de paso o a turistas que por desconocimiento se introducen en dicha zona durante el horario de prohibición, aunque en la entrada a dicha zona monumental se han colocado señales de gran tamaño en las que se advierte de las limitaciones para la circulación y una señal de dirección prohibida.

De este modo, despistes de los conductores o el no atender a las normas de circulación se han terminado por convertir en nuevos ingresos para el Consistorio que negó en diferentes ocasiones que este sea el objetivo.