El presidente de la Asociación de empresarios hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Luque, hace balance del sector tras un segundo verano marcado por la pandemia de Covid-19 y las restricciones a la movilidad, registrando una reducción de ingresos que alcanza los 550 millones de euros en la zona frente a 2019, por lo que afronta la temporada baja con incertidumbre.

-¿Cómo se presenta la temporada baja?

–Los datos de ocupación previstos inicialmente para septiembre y octubre han experimentado una ligera mejoría. Si para el primero el sector esperaba una ocupación media del 57,06%, ahora esta cifra se sitúa en el 64,02% y para el segundo se estimó que la ocupación rondaría el 42,38%, pero en la actualidad esta cifra pueda alcanzar el 51,81%.

–¿Qué tipo de turista visita la Costa del Sol en otoño?

–Fundamentalmente, está basado por orden de importancia en los segmentos de turismo cultural, el corporativo o de empresas, el de reuniones, el deportivo con el inicio de las temporadas de competición, el activo y en una medida importante para los fines de semana las escapadas. En el caso del turismo vacacional y de sol y playa hablamos de una situación en los meses de septiembre y octubre de temporada media, por lo que algunos destinos se pueden beneficiar de una demanda más allá de julio y agosto. En cuanto al turista internacional, y en función de la apertura de las fronteras por la crisis sanitaria, se espera una cierta incidencia en el vacacional.

–El mes de agosto cerró con una ocupación del 76,42%, ¿En qué medida se ha recuperado el sector hotelero de la zona este verano?

–Es cierto que finalmente los resultados de ocupación media en la Costa del Sol han sido algo superiores a las expectativas de junio y julio, pero los datos han sido sensiblemente menores que nuestro año de referencia, que es el 2019. Se han obtenido unos resultados diferenciales negativos respecto a esa referencia de un -14,83% y 13,3 puntos porcentuales, fundamentalmente por la baja demanda de los mercados internacionales, y concretamente los europeos. Ha sido prácticamente el turismo nacional con un 69% de cuota el que ha salvado el mes de agosto.

–Aehcos ha solicitado ampliar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta la Semana Santa, ¿Qué permitiría esta medida a las empresas?

–La prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) supone una herramienta eficaz y vital en la coyuntura actual de incertidumbre, teniendo en cuenta las previsiones de ocupación de nuestros establecimientos de cara a la temporada baja. La medida supone un alivio y un respiro, dado que esta flexibilidad evita a los establecimientos la carga económica que implica el mantenimiento de los trabajadores en caso de cierre de los establecimientos ante la falta de ingresos provocados por los nuevos cierres.

–¿Y si hay una nueva ola de Covid-19?

–Como mínimo ponemos de referencia la Semana Santa en el supuesto de que no exista una nueva ola de hospitalizaciones provocadas por la Covid, que en tal caso debiéramos modificar este referente temporal.

–¿Qué otras medidas podrían aplicar las administraciones para favorecer la recuperación del sector?

–Tras la temporada estival, estamos muy necesitados de otras herramientas que tienen que ver con la financiación de las empresas y la exoneración de impuestos ante la escasa actividad de nuestro sector, dado que el retrasar el pago de impuestos o su aplazamiento supone retrasar en el tiempo los problemas. Los incentivos por falta de actividad en aquellos establecimientos que cierren serán fundamentales para la supervivencia.

–De las ayudas prometidas desde el inicio de la pandemia, ¿Cuántas se han materializado?

–En estos momentos, se están resolviendo de forma individualizada y por establecimientos ayudas por parte de la Junta de Andalucía provenientes de los Fondos Europeos por pérdidas económicas del año 2020 respecto al 2019 y por mantenimiento del empleo. Respecto a los municipios, el comportamiento es muy diferencial de unos a otros, siendo destacable la oferta de ayudas de Fuengirola, Nerja, Málaga capital, Vélez Málaga y Marbella, que han tomado medidas que tienen que ver con la bonificación del IBI, la tasa de basuras y de ocupación de vía pública.

–¿Qué pérdidas se registran en la industria hotelera tras el verano?

–Los establecimientos hoteleros de la Costa del Sol han tenido menores ingresos respecto a los meses de junio, julio y agosto de 2019 de alrededor de un 32% de media, con una reducción por meses del 46,64%, 28,78% y 14,83% respectivamente. Se estima una reducción de ingresos respecto al año 2019 de unos 550 millones de euros, fundamentalmente provocada por la menor afluencia de turistas internacionales.