La plantilla del hotel Senator de Marbella acuerda un "encierro indefinido" para defender los puestos de trabajo

Los trabajadores exigen que las partes se sienten a negociar para retirar un ERE que afecta a 107 familias

Arranca la negociación del despido colectivo del hotel Senator de Marbella

Una concentración de los trabajadores del hotel Senator en una imagen de archivo. / M. J. S.

La plantilla del hotel de cuatro estrellas Senator de Marbella ha acordado en asamblea hacer un “encierro indefinido” en las instalaciones a partir del próximo viernes, 31 de octubre, con el objetivo de mantener los puestos de trabajo y que “se sienten a hablar todas las partes” para retirar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por el grupo Hoteles Playa y que afecta a 107 familias, según ha destacado este miércoles el presidente del comité de empresa, David Casado.

El conflicto laboral deriva de la extinción, el próximo 31 de octubre, del contrato de alquiler suscrito entre la propiedad del edificio y el grupo Hoteles Playa, que ha gestionado el hotel en los últimos años, por lo que ha presentado un despido colectivo de la plantilla. El establecimiento se cerrará a partir del 1 noviembre para acometer una reforma de las instalaciones, que serán gestionadas a partir de 2027 por la cadena Meliá.

La negociación del ERE comenzó el pasado 9 de octubre, sin que de momento se haya alcanzado un acuerdo entre las partes, y terminará el próximo 8 de noviembre, fecha en la que Hoteles Playa ejecutará el expediente de extinción de los contratos si no se alcanza un consenso. Durante este periodo de consultas se han celebrado 4 reuniones, la última ayer martes, la cual acabó “sin avances” debido a que “las otras dos partes no quieren sentarse a buscar una solución”, ha señalado el sindicalista respecto a la propiedad y a la futura cadena explotadora.

“Hemos tenido que tomar la drástica decisión de que a partir del 31 de octubre vamos a hacer un encierro indefinido hasta que las partes se sienten a hablar con nosotros”, ha referido Casado, señalando que la medida de presión fue aprobada ayer en asamblea por el 85% de la plantilla, la cual comenzará este viernes, coincidiendo con la fecha en la que expira el contrato de alquiler de la actual empresa explotadora.

Con el encierro, la plantilla exige que “se sienten a hablar todas las partes, lleguemos a un acuerdo para retirar el ERE antes del 8 de noviembre y se convierta en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE)”, y “a partir de ahí, sentarse a negociar para dar garantías y que no se pierda la vinculación de los trabajadores con el establecimiento”.

Así, ha explicado que supuestamente la propiedad del hotel “está obligada a subrogar a los trabajadores y subsidiariamente también tiene responsabilidad” la futura explotadora, por lo que ha solicitado a ambas que se sienten para hablar con los trabajadores para alcanzar un acuerdo.

La plantilla baraja junto al encierro “otro tipo de acciones contundentes hasta que quieran sentarse con nosotros y no se pierda la relación de los trabajadores”, ha aseverado Casado, quien ha lamentado que “en un año turístico récord de ganancias de los hoteles, quejándose de que no encuentran profesionales, y tienen 107 que van a la calle”. “No lo entendemos”, ha apostillado.

La última reunión de la mesa negociadora se celebrará el próximo jueves, 6 de noviembre, una jornada que irá acompañada de una convocatoria de concentración y huelga que se prolongará de 10:00 a 13:00 horas, valorando Casado que la misma “no está bien constituida porque tienen que estar todas las partes”. En este punto, el sindicalista ha adelantado que los trabajadores “estamos abiertos a que en cualquier momento las partes se pongan en contacto” para celebrar un encuentro.

Por otro lado, este periódico ha intentado sin éxito recabar la versión de la propiedad y de la futura explotadora.

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