"Ayer sufrimos uno de los peores episodios de nuestra trayectoria empresarial. En nuestros 25 años al frente de hostelería y bares de copas, nunca pudimos imaginar semejante atrocidad". Así da comienzo el comunicado que este martes ha sido difundido por la taberna Casa Blanca, cuya terraza fue invadida ayer por un conductor arrasando mesas y sillas y causando más de una decena de heridos, en su mayoría clientes de este bar.

Los responsables del negocio, que este martes ha abierto sus puertas pese a sentirse "aún perdidos en la perplejidad de lo ocurrido", tildan de "milagro" que la tragedia no se cobrara alguna vida. "Rezamos por las personas que están ingresadas aún. Rezamos por todos nuestros clientes y personal que vieron pasar la vida por delante de ellos en esos momentos", han expresado. 

Asimismo, han agradecido la "colaboración y agilidad ciudadana" y de sus empleados, que atendieron en primera instancia a los heridos y dieron aviso al 061. Desde la taberna, que forma parte del grupo empresarial Casa Lola, han ensalzado también la labor de la Policía Nacional, la Policía Local de Marbella y los bomberos "por su impecable actuación, rapidez y apoyo". 

También se han referido al servicio de ambulancias, que desempeñó "una importante labor", además de los servicios de limpieza, "que dejaron en pocas horas el escenario del horror borrado".

La Policía continúa indagando en los hechos y no prevé, por el momento, que el conductor que supuestamente protagonizó el atropello múltiple, detenido por un presunto delito contra la seguridad vial, pase a disposición judicial. Está pendiente, según han informado fuentes policiales, de valoración médica. Los agentes tratan de esclarecer si lo ocurrido está relacionado con un posible trastorno mental. 

Once personas tuvieron que ser ingresadas en el Hospital Costa del Sol. Una de ellas, debido a la gravedad de su estado, permanecía anoche en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Otras dos fueron derivadas a un hospital de la capital.