Los burro-taxis de Mijas, otra vez en el punto de mira tras el fin de los coches de caballo en la capital
El Ayuntamiento defiende la propuesta de creación de un parque recreativo destinado al bienestar de los animales
Animalistas pedirán en una nueva concentración "parar" el servicio de burros-taxi de Mijas
La polémica sobre el uso de animales en actividades turísticas tiene puesto el foco en Mijas. Tras la reciente retirada de las licencias de los coches de caballos en Málaga capital, los colectivos animalistas señalan los burro-taxis, uno de los símbolos más reconocibles de pueblo. "Estamos en un momento estratégico de negociación con el Ayuntamiento y creo que va a acabar dentro de poco", afirma Anne Blitz, administradora de la plataforma Free Mijas Donkeys and Horses.
Blitz, jubilada y residente en Mijas desde hace seis años, confía en que la reciente decisión de Málaga capital sirva como precedente: "Seguro que nos va a ayudar lo que está pasando en Málaga, la persona que se encargó de quitarlos también nos está ayudando con los burros de Mijas". Blitz insiste en que el debate también va por lo legal: "Hasta 2023 estaban fuera de la ley y no eran considerados animales domésticos. Creo que el Ayuntamiento tendrá que conformarse con la ley, porque los animales no se pueden tratar así".
Desde el Ayuntamiento de Mijas defienden que, desde la llegada del actual equipo de gobierno el 2 de noviembre de 2023, se han implementado numerosas mejoras en relación con los burro-taxis. Entre las principales medidas, destacan la creación de una Concejalía de Bienestar Animal y la futura contratación de un veterinario municipal. Además, se han ampliado las zonas de sombra, incrementado el número de bebederos y habilitado una zona de descanso específica para los animales, junto a la ampliación de la longitud de las cuerdas que los sujetan.
El Consistorio también ha reforzado el control y la transparencia sobre el servicio: en la web municipal se publican las licencias y los controles veterinarios anuales a los que deben someterse los burros, y desde la concejalía se lleva un seguimiento del número de paseos diarios realizados por cada ejemplar. A estas actuaciones se suma la propuesta de creación de un parque recreativo destinado al bienestar de los animales, que ya cuenta con un estudio de viabilidad y una partida de 80.000 euros para la redacción del proyecto. Desde el área de Bienestar Animal aseguran que seguirán impulsando nuevas medidas en las que prime, "por encima de todo", el bienestar de los animales y el equilibrio del municipio.
Cristina García, vicepresidenta de PACMA en Málaga, ha recordado que el partido lleva trabajando casi 11 años en los burro-taxis. Según ha explicado, el objetivo ha sido "dejar atrás una tradición que está totalmente obsoleta", porque "no es necesario seguir explotando animales y mucho menos, como pasa en Mijas, en las condiciones tan pésimas en las que están". Como alternativa, ha insistido en que siempre han planteado "la opción de los coches eléctricos, los tuk-tuk, las calesas eléctricas, que ya existen y están homologadas".
García ha lamentado que, pese a las reuniones mantenidas y las promesas del Ayuntamiento, "los burritos siguen trabajando de sol a sol, da igual el tiempo que haga", incluso "con alerta amarilla, naranja o roja por calor". Ha denunciado que las cuadras donde los guardan son "absolutamente inmundas, no cumplen un mínimo de higiene ni de comodidad, y lo peor es que viven atados 24 horas, siete días a la semana". Ante la falta de avances, ha explicado que en septiembre de 2024 pusieron una denuncia directamente contra el Ayuntamiento de Mijas "por no cumplir con su deber de vigilar, perseguir y sancionar las infracciones que se están cometiendo".
En el otro extremo del debate, muchos visitantes defienden la continuidad del servicio como parte del patrimonio cultural mijeño. Diego Morado, cordobés de 70 años, defiende que "es una cosa muy típica aquí": "Hay mucha controversia sobre el bienestar animal, pero esos animales están comidos, bebidos, en la sombra". Según Morado, el problema es que "van a quitar lo nuestro de Andalucía".
Para Josefa, jubilada de Gran Canaria, la clave está en el trato: "Es una tradición. Si no sufren al hacer eso, es una buena idea porque al turismo le gusta mucho verlos, son bonitos". Una visión que comparte Adelie, una visitante francesa: "Si no sufren y son bien tratados... Pero en verano no me gusta, con mucho calor. Cuando hay más de 40 grados, no, porque si nosotros sufrimos, ellos también".
Los locales también debaten entre conservar su icono o reinventarlo. Para Pepe Leal, mijeño de 76 años, los burros son parte inseparable del paisaje del pueblo: "No me molestan para nada. Aquí siempre ha habido bestias, todo el mundo viene buscando los burros a Mijas. Cuando faltan, la gente pregunta por ellos, no me molestan para nada y vivo al lado".
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