Los burros-taxi rescatados en Mijas Pueblo, en imágenes
El colectivo necesita recolectar 20.000 euros para sufragar los tratamientos de cada ejemplar y la habilitación de espacios en el santuario
Animalistas pedirán en una nueva concentración "parar" el servicio de burros-taxi de Mijas
La asociación Donkey dreamland ha iniciado a través del portal ‘gofundme’ una campaña para pedir donaciones, con el objetivo de rehabilitar a ocho animales rescatados del servicio de burros taxi de Mijas Pueblo, para lo que necesita un presupuesto de unos 20.000 euros para sufragar los tratamientos de cada ejemplar y la habilitación de espacios en el santuario de animales, según ha destacado su presidenta, Amaya Isent.
En la campaña iniciada en la plataforma, la asociación señala que los buros “llegaron sufriendo, tanto física como emocionalmente”. “Sus pezuñas estaban gravemente descuidadas, lo que les causaba dolor intenso, laminitis y otros problemas de salud graves. Necesitaban atención dental urgente, algunos tenían dientes podridos o infectados que debían ser extraídos de inmediato”. "El trauma va más allá de lo físico, estos burros se estremecen ante movimientos repentinos y rehúyen el contacto humano, claramente esperando dolor. El miedo en sus ojos nos dice cuánto han soportado”, añaden.
La campaña de donaciones se inició al final de agosto a través del portal ‘gofundme’ y ya supera los 9.900 euros, siendo el objeto alcanzar los 20.000 para poder sufragar el “tratamiento” de cada uno de los animales con unos 16.000 euros y 4.000 para la habilitación de espacios que se ha tenido que acometer en el santuario de Donkey dreamland, en Mijas costa, según la estimación del colectivo.
La presidenta de la asociación ha explicado que la “rehabilitación física y mental” de los burros tendrá una duración de 6 meses y requiere de atención veterinaria, herrador o dentista, así como de “castraciones quirúrgicas y químicas” ya que “hay burros muy mayores con riesgo de sangre” con las primeras. A ello hay que sumarle aspectos como “la manutención y la medicación”.
Además, para acoger a los animales se han tenido que “habilitar nuevos prados individuales porque estos burros no pueden estar juntos o en grupo al no estar castrados”, lo que requiere de “materiales y vallas eléctricas” para evitar que se escapen, ha añadido respecto al santuario, que ha llegado “al tope de su capacidad” con 23 animales, siendo el máximo de 24.