Pablo Accino llevará su 'Jaque' al Festival de Cine Europeo de Lille

La vida natural de un corto se prolonga a menudo a base de sucesos inesperados. Con la entrada prohibida aún a las distribuciones comerciales, el recurso fundamental del pequeño formato cinematográfico es el de los festivales, el hábitat en que cada pieza es vista, valorada, criticada, calibrada y, sobre todo, puesta a disposición del público. Cuando rodó en 2010 su segundo cortometraje en una localización tan pintoresca como La Equitativa, el cineasta malagueño Pablo Accino mantenía muy buenas sensaciones respecto a lo que la obra podría dar de sí. Pero ni siquiera entonces el realizador alcanzaba a vaticinar todo lo que Jaque iba a deparar: desde su estreno formal a comienzos de 2012 (hubo un pase especial a modo de premiére en junio de 2011, en el Albéniz), la cinta ha participado en numerosos festivales nacionales, donde ha obtenido diversos reconocimientos (como el premio al mejor cortometraje nacional en la muestra Valencia Crea), y en siete certámenes internacionales. La próxima convocatoria de este tipo tendrá lugar en el Festival de Cine Europeo de Lille, uno de los más veteranos en su órbita, que celebrará su vigésimo novena edición del 29 de marzo al 5 de abril próximos en la ciudad francesa, y en cuya sección oficial a concurso se presentará Jaque con la intención decidida de traerse algún trofeo a Málaga.

El de Lille es, a pesar de su ya larga tradición, uno de los escaparates más fiables en la determinación y diagnóstico de las tendencias cinematográficas que actualmente circulan por Europa. La inclusión de Jaque en la sección oficial es por tanto un motivo de "mucha alegría" para Accino, que ve así abierta la posibilidad de acceder a más público desde un trampolín distinto. Anteriormente, la cinta había sido convocada a concurso en festivales como el African HorrorFest de Sudáfrica, el Certamen Internacional Fenaco de Perú, el Feratum Film Fest Tlalpujahua de México y el Cinéma Latin en Auray (Francia). También ha formado parte de la preselección en el Zinema Zombie de Bogotá (Colombia) y el Cine B de Santiago de Chile. En España, además de Málaga y Valencia, el corto ha sido proyectado en festivales de Granada, Huelva, Tarragona, Barcelona, Tenerife y Madrid. La adscripción de Jaque al género fantástico más hitchcockiano ha permitido a la película encontrar hueco en ciclos consagrados al mismo, aunque la ambición del proyecto es la de calar en todo tipo de públicos y carteleras.

Protagonizado por Rocío Peláez, Anmi Lámar y Alfonsa Rosso, con guión del propio Accino y Nacho Artacho, música de Miguel Pérez y la dirección de fotografía de César Hernando (colaborador habitual de Miguel Albadalejo), Jaque tiene sin embargo como verdadero emblema a La Equitativa, espacio que presta su arquitectura de tiempo detenido, hecha de recovecos sinuosos y marcada a fuego por el abandono, a una historia de terror psicológico libremente inspirada en el mito de Teseo, Ariadna y el Minotauro. Con un presupuesto de 12.000 euros y montada entre Málaga y Sevilla, la película ha convertido el edificio más popular del corazón de Málaga en un Dakota terrorífico cual templo diabólico para La semilla del diablo. Lo cierto es que los ingredientes (Accino admite referentes como Robert Wise y Jacques Tourneur además de Hitchcock) han conformado un plato muy del gusto del público, a tenor de la respuesta otorgada en los diversos festivales en los que ha sido proyectado. Paradójicamente, en Málaga no ha habido ocasión de verlo en pantalla grande después de la premiére de 2011.

Pero mientras Jaque vive su vida en festivales ultramarinos, Accino piensa ya en su tercer corto, que espera poder comenzar a rodar este año. "Desde que terminamos Jaque no hemos hecho mucho, presentamos una pieza corta al festival de cine negro que dirige Juan Madrid en Salobreña y ganamos, pero poco más. Aunque la situación echa atrás a cualquiera, hay que seguir haciendo cosas y no dejar de crear". He aquí, entonces, un valor más que prometedor del cine made in Málaga. A la pantalla le sienta Accino que ni pintado.