Algueró, la banda sonora del sueño de felicidad de la España de los años 50 y 60
Fallece a los 76 años el compositor de muchas de las canciones que forman parte del imaginario sonoro de varias generaciones · 'La chica ye-yé', 'Tómbola', 'Penélope' o 'Noelia' son himnos de la música popular
En los años 50 y principios de los 60 revolucionó la música popular y la música de cine por el simple procedimiento de aproximarlas. La facilidad que su inmenso talento le daba -compuso Tómbola en una hora tras un ultimátum del productor Goyanes, haciéndose subir un piano a la habitación del hotel durante una gira por Latinoamérica junto a Carmen Sevilla- y su amor por la música americana se anticiparon a los planes de desarrollo, haciendo que en las películas españolas sonara la música que en Hollywood o París, tan lejanos de la España que salía de la hambruna, imponían Mancini, Riddle, Barclay o Legrand. Porque fue Algueró quien introdujo la nueva canción ligera, el bossanova o el pop en aquellas películas en las que los españoles soñaban una modernidad y un confort a la americana. No debe ser casual que Monna Bell grabara el mismo año 1959 La danza del besar de Legrand y Prisionera de Algueró. Por eso su música, sea o no de cine, es la banda sonora perfecta de aquella España tal como quiso ser y se soñó.
Compuso su primera banda sonora (Brigada criminal) el mismo año de 1950 en que la economía franquista pasaba de la autarquía a una progresiva liberalización y un tímido despegue. En esa década se batió en los frentes del gran cine negro español de los 50 (Los agentes del quinto grupo, 091 policía al habla), la comedia moderna (El sistema Pelegrín, Tres eran tres) y la comedia musical aún de raíces folclóricas (El ruiseñor de las cumbres, Escucha mi canción, Cruz de mayo, Malagueña, Dos novias para un torero y El genio alegre de Joselito, Gracia de Triana, Antonio Molina, Paquita Rico y Marujita Díaz).
Fue en 1958, siempre en paralelo a los cambios que el país vivía, cuando el Algueró más innovador irrumpió en la música de cine española con Las chicas de la Cruz Roja. Un año más tarde se iniciaba el Plan de Estabilización que abriría, de 1959 a 1973, el ciclo desarrollista.
Esa fue -¿casualmente?- la década de oro de Algueró como compositor de canciones para el cine y la televisión. De la mano de directores como Palacios, Elorrieta, Lucia, Blasco, Forqué, Lazaga o Torrado definió la moderna comedia sentimental y musical española con El día de los enamorados (1959); Melodías de hoy, Amor bajo cero, El cerro de los locos y La rana verde (1960); Siempre es domingo, Festival en Benidorm y Tres de la Cruz Roja (1961); El balcón de la luna y Vuelve San Valentín (1962); Historias de la televisión (1965); Operación Plus Ultra (1966) y Tusset Street (1967). A la vez que consagraba a Marisol y a Rocío Dúrcal con sus canciones para Ha llegado un ángel (1961), Tómbola y Canción de juventud (1962); Marisol rumbo a Río (1963); Búsqueme a esa chica, La nueva Cenicienta y Tengo 17 años (1964); y Cabriola (1965). De esas películas nacieron las canciones Eres diferente, Ola, ola, ola, Tómbola, Chiquitina, Muchachita, Bossa nova junto a ti, Me conformo o Cabriola, en la voz de Marisol; y Quisiera ser un ángel, Canción de juventud, Don Quijote o Tengo 17 años en la de la Dúrcal.
La modernidad pop, jazzy o yeyé que Algueró llevó a la pantalla le iba en la sangre -su padre era compositor, director y editor de partituras- y la importó del mundo del disco, la radio y los concursos de canciones, en los que reinó durante dos décadas. Pese a su afición al jazz y la música moderna, sus primeras grabaciones fueron pasodobles y zarzuelas dirigidas para el sello Montilla al frente de la Orquesta de Cámara de Madrid. Pronto, a mediados de los 50, fue adquiriendo fama como compositor y director de su propia orquesta ligera. Monna Bell, Los Cinco Latinos, Conchita Velasco, Carmen Sevilla, Conchita Bautista, Elder Barber, Connie Francis, Lolita Garrido, Lucho Gatica, Tito Mora, Los TNT, José Guardiola, Salomé, Juan Manuel Serrat y Nino Bravo cantaron Cabecita loca, Será el amor, Todo es nuevo, La montaña, Enamorada, Todo el amor del mundo, Que tengas suerte, Nubes de colores, La chica yeyé, Estando contigo, Vivo cantando, Penélope, Te quiero, te quiero o Noelia.
Fue la suya una vida hecha canciones que son parte de nuestras vidas. Descanse en paz el autor que puso banda sonora a los sueños de una España que empezaba a permitirse poder soñar.
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