Bibliotecas Públicas | Coronavirus en Málaga

Las bibliotecas, todavía

  • Las bibliotecas públicas de Málaga mantienen abiertos a todos los ciudadanos sus fondos de libros electrónicos a través de la plataforma eBiblio

La Biblioteca Pública Municipal Manuel Altolaguirre, en Málaga.

La Biblioteca Pública Municipal Manuel Altolaguirre, en Málaga. / M. G.

En tiempos de confinamiento por la epidemia del coronavirus, la lectura se ha convertido en una de las opciones de ocio más recurrentes en el claustro doméstico. No obstante, en un mapa bien diverso en cuanto a coyunturas y singularidades, no son pocos los hogares en los que, por muy diversas razones, las bibliotecas son escasas o perduran las dificultades (ahora más evidentes) para hacerse con nuevos ejemplares. Por este motivo, la Junta de Andalucía decidió hace unos días abrir a toda a la ciudadanía el catálogo completo de libros electrónicos disponibles en las bibliotecas públicas de la comunidad a través de la plataforma virtual del Ministerio de Cultura eBiblio, un fondo hasta ahora reservado a los socios de estas bibliotecas y ahora accesibles mediante un sencillo registro telemático. La medida cuenta con la implicación de todas las bibliotecas públicas malagueñas en la medida en que su catálogo de libros electrónicos está a disposición de los interesados: esto es, la Red de Bibliotecas Públicas Municipales (con sus dieciocho centros repartidos por toda la capital además del Bibliobús), la Biblioteca Pública Provincial, la Biblioteca Pública Cánovas del Castillo y todas las bibliotecas públicas municipales de la provincia. De esta forma, estos equipamientos continúan ofreciendo un servicio irrenunciable, y ahora más necesario, de manera virtual.

El portal virtual eBiblio. El portal virtual eBiblio.

El portal virtual eBiblio. / M. H.

Si los socios de las bibliotecas públicas podían acceder a estos fondos digitales mediante sus carnets, la medida de la Junta de Andalucía, que se mantendrá en vigor mientras dure el estado de alerta, lleva a los dispositivos de cualquier interesado en concepto de préstamo un catálogo que incluye más de 7.180 libros electrónicos, 533 audiolibros en formato MP3, 34 contenidos audiovisuales educativos y 27 cabeceras de revistas en formato electrónico que pueden consultarse a través de lectores de libros electrónicos y, mediante la descarga de una aplicación gratuita, otros dispositivos como ordenadores, tablets y móviles inteligentes (también es posible optar por la consulta en streaming). Los usuarios pueden tomar en préstamo cinco libros durante un plazo de veintiún días y realizar dos reservas. La mayor parte de las bibliotecas públicas incluyen en sus páginas web información completa sobre el catálogo virtual disponible, además de información práctica para su consulta y propuestas para desarrollar actividades relacionadas con el fomento de la lectura en casa, especialmente dirigidas a los más pequeños. La Biblioteca Pública Cánovas del Castillo, además, presenta en su página web bajo el epígrafe Quédate en casa varias exposiciones virtuales dedicadas al Legado Temboury, la colección propia de tarjetas postales históricas de Málaga, el Fondo Bernardo de Gálvez, la obra del escultor barroco Pedro de Mena, el Palacio de la Aduana y toda la cartografía histórica conservada en sus archivos, entre otros contenidos.

Los centros afrontan la cancelación de actos, encuentros, clubes y programaciones

Por más que el suyo sea un servicio público, las bibliotecas también han sufrido varios golpes considerables a causa del coronavirus de los que no será fácil reponerse. El primero tiene que ver con la cancelación de actos, encuentros, presentaciones de libros, cuentacuentos, representaciones teatrales, clubes de lectura, exposiciones, talleres y una ingente cantidad de propuestas para niños y adultos, organizadas con mucho mimo y por lo general pocos recursos, de los que muy poco se podrá recuperar cuando acabe la crisis. Lejos de funcionar como meros depósitos de libros, las bibliotecas públicas son los principales agentes culturales en barrios y municipios pequeños y la eliminación de sus programaciones deja a estos centros en una situación difícil para la que a menudo no cuentan con suficiente protección. Sólo en lo que se refiere a la Red de Bibliotecas Públicas Municipales de Málaga, el Ayuntamiento se ha visto obligado a cancelar, por ejemplo, las citas del ciclo Encuentros con Autores en Bibliotecas que se habían anunciado para las próximas semanas. Especialmente dolorosa es la incidencia del confinamiento en el Plan Anual municipal de Fomento de la Lectura Málaga Lectora aprobado para 2020, con propuestas, certámenes, homenajes y ciclos ahora cancelados o pospuestos, como todos los vinculados a la Feria del Libro de Málaga, que tendrá lugar finalmente en octubre. Si el Día Internacional de la Poesía se quedó sin celebración y sin actividades en las bibliotecas públicas el pasado 21 de marzo, este jueves 2 de abril volverá a darse la misma situación en el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil; y todo apunta a que el Día del Libro encontrará el 23 de abril las bibliotecas públicas cerradas.

Mientras estas bibliotecas públicas sostienen sus viejas reivindicaciones para una mayor dotación de fondos y recursos, con cuestiones pendientes como la nueva sede de la Biblioteca Municipal del Distrito Centro, la epidemia confiere un sentido inédito y especial a su función de servicio público. A favor de la cultura y mucho más.

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