Julio Diamante gana la batalla de Benalmádena

Carlos Taillefer | Productor y cineasta

El productor y cineasta Carlos Taillefer, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, reflexiona sobre la donación a la UMA del legado Julio Diamante

Cabra de Luna, Diamante y Narváez, en la firma de donación del legado.
Cabra de Luna, Diamante y Narváez, en la firma de donación del legado.

Málaga, 09 de julio 2019 - 14:55

Finalmente, Julio Diamante, en un acto de generosidad, de libertad y, porqué no, de republicanismo, ganando así la batalla de la Cultura, ha donado su Legado a la ciudad de Málaga; todo lo que a lo largo de su vida ha sido su sabiduría; todo menos sus películas, porque de ellas son dueños sus productores. Es un legado más cualitativo que cuantitativo, atípico, lleno de documentos, archivos y papeles insólitos. Los que se ocupen de su ordenamiento y clasificación nos darán fe de ello en algún tiempo.

Su más estrecha relación con tierras malagueñas fue durante el periodo de la Semana de Cine de Autor de Benalmádena. Inspirada y con el apoyo inicial del alcalde Enrique Bolín (1969), y también machacada y destruida por el propio Bolín.

Es curioso cómo un conflicto cultural se convierte con el tiempo en una donación altruista de una importancia enorme para Málaga, donde además dos generaciones de malagueños de los 70 y 80 fuimos espectadores privilegiados cada mes de noviembre.

Festival de Málaga

En la pasada edición del Festival de Málaga se presentaron 3 películas de Diamante dentro del MAF y no dentro del propio festival de cine, en el que ni siquiera le llamaron para preguntarle qué películas quería él que fuesen programadas dentro de un supuesto homenaje. También le entregaron una Biznaga de Honor, pero en el auditórium del Museo Picasso, cuando las Biznagas de honor siempre se entregan en el teatro Cervantes. Se proyectó en el mismo lugar una película de encargo sobre el 50 aniversario de la Semana de Cine de Autor, que parecía más un NODO de hace 40 años. Es decir, un despropósito, un homenaje de segunda categoría, indigno para un cineasta como Julio Diamante. Los que toman decisiones en el festival de Málaga deberían estar avergonzados y disculparse por una situación tan bochornosa.

La batalla de Benalmádena

Julio (Diamante) venció por fin en Julio al triunvirato malaguita opositor y boicoteador en su día, (finales de los 80), del propio festival de Benalmádena, convertido en sus últimas ediciones en Semana de Cine de Autor de Málaga. Lo paradójico de esta historia es que el triunvirato estaba formado por Salomón Castiel, Javier Ramírez y el periodista Fernando García del Río; que han sido eso que tanto gusta aquí en llamar: gestores culturales significativos de la ciudad.

Al final la “Batalla de Benalmádena”, como al propio Julio Diamante le gusta llamarlo, la ha ganado, pero para convertir las armas en papeles, carpetas, documentos y libros en forma de Legado que se queda en nuestra ciudad para disfrute y goce de generaciones venideras.

Han pasado 30 años desde la última edición de 1989. Esta última batalla ha sido muy larga; en medio, muchos, han querido capitalizar y hacerse con cosas que no les correspondían; como por ejemplo Antonio Garrido, que en paz descanse, ideólogo político del festival de Málaga o el propio director actual: Juan Antonio Vigar.

Sólo nos queda para despedirnos decir: Gracias Julio, muchas gracias.

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