Cultura

Ciudad y naturaleza se fusionan en 'Place-ness': la nueva exposición del Pompidou de Málaga

'Place-ness. Habitar un lugar'

'Place-ness. Habitar un lugar' / Javier Albiñana

El brutalismo de los cascos urbanos del siglo XXI y los elementos de la naturaleza se vuelven uno en la nueva exposición del Centro Pompidou de Málaga Place-ness. Habitar un lugar. Esta muestra semipermanente está abierta al público desde el 1 de diciembre hasta el 28 de marzo de 2025 y cuenta con la participación de más de 80 artistas de diversas disciplinas. 

La colección se divide en seis espacios habitados por piezas de todas las disciplinas y soportes, compuestas por materiales reciclados ya contaminados por la mano de obra del hombre y por elementos provenientes directamente de la naturaleza, como es el caso de una escultura hecha a base de lana en bruto. De esta forma se ha intentado transmitir la idea de convergencia entre lo natural y lo artificial, lo urbano y lo salvaje, la ciudad y el campo, y como el ser humano se relaciona con su entorno y lo habita.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha agradecido a los colaboradores del Centre Pompidou de París su presencia y participación en este proyecto. Ha expresado además su confianza ante el criterio artístico del equipo francés, afirmando que "seguro que han escogido obras muy buenas". El alcalde ha definido las piezas de la exposición como "algo más allá" de esculturas o simples cuadros colgados en una pared, sino como un medio para "invitar a reflexionar" al espectador y "que transmiten un importante mensaje".

La presentación de la nueva semipermanente también ha contado con la asistencia de Julie Narbey, directora general del Centre Pompidou; Mariana Pineda, concejala de Cultura y Patrimonio Histórico; José María Luna, director del Centre Pompidou Málaga; Valentina Moimas, comisaria de la exposición, conservadora y jefe de servicio de Arquitectura del Centre Pompidou; Juan Carlos Barroso, responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de la Fundación "la Caixa"; y Juan Ignacio Zafra, director territorial de CaixaBank en Andalucía, Ceuta y Melilla.

Narbey ha descrito la temática escogida como "comprometida", definiéndola como un reflejo perfecto de lo que ocurrió en pandemia. Aquellos meses de encierro se tradujeron en un "despertar de la sociedad" y de su deseo de reconectar con la naturaleza. El teletrabajo ha sido otro factor que ha facilitado la posibilidad de retirarse al campo y apartarse del frenesí de la ciudad, opción por la que optó mucha gente tras la cuarentena.

La directora del Centre Pompidou de París ha compartido la importancia que suponen estos proyectos fuera del país galo, ya que en 2025 dicho museo cerrará sus puertas para someterse a ciertas remodelaciones que se extenderán hasta 2030. Además, Narbey ha hecho referencia a la renovada alianza con la Caixa, que derivará en futuras exposiciones en España.

Zafra, por su parte, en nombre de CaixaBank, ha hecho alusión a la labor de la Fundación: "El progreso solo es progreso si progresamos todos, y nosotros estamos convencidos de que ese es el camino". Respecto a los temas tratados en la exposición, ha dejado claro que "estamos muy convencidos de que tenemos que alcanzar una relación intercultural entre el mundo rural y el mundo urbano para promover el avance de la sociedad".

"Estamos viviendo una ola de idealización del territorio rural desde la época Covid, un territorio que está despoblado evidentemente. Esta es una situación que viene agravándose desde los años 50 hasta la actualidad. El 75% de la población está en las zonas urbanas", ha declarado el director del Centre Pompidou Málaga, compartiendo su preocupación ante la situación de la España despoblada. Luna ha añadido que "los artistas nunca han estado ajenos a los problemas y sensibilidades de su tiempo" y justo es esto "lo que refleja esta exposición".

'Recompensar sueños y realidades', sexto y último espacio de la exposición 'Recompensar sueños y realidades', sexto y último espacio de la exposición

'Recompensar sueños y realidades', sexto y último espacio de la exposición / Javier Albiñana

Deconstruir los clichés ha sido el título escogido para el primer espacio que abre la colección. Esta parte del recorrido se centra en la dualidad entre lo urbano y lo rural. Se muestra como se superpone uno por encima de lo otro en términos de jerarquía, a través de diferentes puntos de vista sobre la vida en la ciudad y el campo. La segunda sección se denomina Transformar la materia: homenajes y huellas, y se basa en la relación del ser humano con su entorno y la marca irreversible que deja en él.

La siguiente área lleva por nombre Habitar un espacio indefinido, y hace referencia a los procesos de industrialización, "símbolos de progreso", y cómo han alterado y deshumanizado los entornos. El cuarto espacio se titula Repensar las dinámicas territoriales. Su función es concienciar sobre los estragos de la globalización, fenómeno resultante de "elecciones geopolíticas, científicas, sociales y culturales". Según ha expresado Moimas, esta zona pretende hacer ver al espectador "la sociedad urbana y capitalista que hemos construido" y "el consumismo y saturación al que estamos expuestos constantemente".

Existir en el espacio público y Recomponer sueños y realidades son los dos últimos espacios de la exposición. El primero pone de manifiesto la discordancia entre el hecho de que "el espacio público nos pertenece a todos", pero al mismo tiempo está "limitado y condicionado por leyes y normas". El segundo, y el que pone fin al recorrido, es una recopilación de obras que simbolizan "caminos alternativos para reflexionar sobre el mundo contemporáneo".

El Centro Pompidou ha demostrado una vez más su "carácter multidisciplinar" en lo que a colecciones se refiere, siendo esta la quinta vez desde su apertura que ofrece una muestra semipermanente completamente nueva. Una exposición que en este caso y en palabras de Moimas, "nos muestra que el mundo todavía tiene esperanza".

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