El propio Lope de Vega seguro que jamás imaginó que sus versos iban a convertirse en canciones y que 400 años después serían cantados conservando intactas sus palabras para darles un sentido tan actual. Y mucho menos, con la acción ambientaba en un club americano de los años 50. Pero es que las pasiones y sentimientos que narraba en 1620 siguen siendo tan universales que encajan en cualquier escenario, en cualquier tiempo.

Así lo cree la compañía malagueña Jóvenes Clásicos y su director José Carlos Cuevas, responsable de la adaptación de El caballero de Olmedo en el musical Canciones de Olmedo. La obra se representa hoy y mañana en el Teatro Echegaray dentro del 39 Festival de Teatro de Málaga.

Canciones de Olmedo fue creada para participar, en formato streaming, en el Festival de Teatro Clásico Hispánico de la Universidad de Los Ángeles en 2020. De esta manera, el recién creado certamen pudo contar con dos compañías madrileñas y la malagueña Jóvenes Clásicos. “El estreno virtual fue el 15 de noviembre de 2020 y el estreno con público en julio de 2021 en un marco ideal, el Festival de Teatro Clásico de Olmedo”, comenta José Carlos Cuevas. Pero la pandemia les ha dificultado la participación en otros espacios previstos y las dos funciones programadas en Málaga supondrán la cuarta y quinta vez que levantarán el telón frente a espectadores.

Cuevas, que ya había trabajado con el texto en su paso como actor en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, redujo la trama a la esencia para quedarse con el triángulo amoroso que representan Doña Inés, Don Alonso y Don Rodrigo, “el tercero en discordia, en torno a ellos gira nuestra acción”, dice. Y apunta que “hemos seleccionado los versos y los monólogos más bonitos para que Nacho Doña los convirtiese en canciones”. Agrega que son temas originales compuestos por el músico, al piano en la representación, en los que se ha mantenido el texto original al completo.

“El verso llega más al público hecho canción que recitado”, considera el director y autor de la adaptación. También destaca que lo que cuentan son las grandes pasiones universales del ser humano. “Esta historia de amor sigue existiendo, igual que los celos y los crímenes que, por desgracia, continúan cometiéndose en su nombre”, sostiene el creador de Jóvenes Clásicos. Desde que nació la compañía, que en verano celebrará su primer lustro, su afán no ha sido otro que mostrar la vigencia de los clásicos.

'Canciones de Olmedo' se representa hoy y mañana en el Teatro Echegaray.

“Tratamos de rescatar, de revivir y dar una nueva óptica a los clásicos, contarlos de otras maneras posibles con la idea de acercarlos al público actual, a la temática social actual”, añade Cuevas. “La escena tiene una deuda con el teatro clásico que creo que se empieza a saldar, porque hubo una época en la que perdieron valor, se denostaron, sonaba a arcaico, a antiguo, y perdieron adeptos, ahora estamos en la línea de revisitarlos y contarlos desde un prisma actual para volver a enganchar al público con ellos”, indica.

En menos de una hora, Canciones de Olmedo intenta lograr ese noble fin, recuperar los versos de Lope de Vega y hacer disfrutar con ellos al público. Sobre el escenario, además de Nacho Doña al piano, se suben en cada espectáculo seis actores malagueños, egresados de la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga. Álex Franconetti, Ana Saavedra, Franc González, Virginia Nölting, Pape Labraca, Javier Cereto y Teresa Alba componen el elenco de la obra que cuenta con las coreografías de Lorena Roncero.

La trama está ambientada en un club de los años 50.

“Son diez temas los que se cantan, es casi un concierto”, comenta Cuevas. Aunque se trata de un musical en el que también hay parte hablada, esta sirve para hilar la trama y contar la historia junto a las canciones, que son las que tienen el peso principal de la historia. Un canto melancólico y nostálgico al amor y al desamor, como explican en el programa de la compañía.