Festival de Teatro de Málaga

Hacer teatro, jugar en casa

  • Aunque reducida respecto a anteriores ediciones, la aportación de la escena local en la próxima edición del Festival de Teatro de Málaga es bien reveladora

Representación de ‘Numancia ocupada’ a cargo de la compañía malagueña ‘Jóvenes Clásicos’.

Representación de ‘Numancia ocupada’ a cargo de la compañía malagueña ‘Jóvenes Clásicos’. / M. H.

Sería digno de estudio el vicioso vaso comunicante por el que en una programación cultural cualquiera, la ambición nacional e internacional se traduce en el detrimento de la aportación local ya consolidada. Que semejante comportamiento ocurra delata una evidente falta de herramientas, o tal vez de motivación, para romper con la regla, más en una ciudad como Málaga, donde el discurso artístico y cultural se ha construido por acumulación y sin demasiado espíritu crítico. La 37 edición del Festival de Teatro de Málaga, que se celebrará del 8 de enero al 9 de febrero, devuelve al certamen su cuota internacional y contiene uno de los mejores carteles de su historia en cuanto a la concurrencia de compañías nacionales; la aportación local, sin embargo, es sensiblemente inferior a la de los últimos años, aunque en todo caso sigue siendo reveladora e interesante a la hora de tomar el pulso a la escena malagueña. Si bien es cierto que desde la municipalidad escénica Factoría Echegaray se ha convertido en el primer escaparate para el teatro local y, en consecuencia, en el termómetro más eficaz, el Festival de Teatro, aunque con menos argumentos, sigue mereciendo toda la atención dada además la premisa de que aquí las compañías comparten cartel con las mismas propuestas nacionales e internacionales que aportan a priori el mayor brillo al festival.

Cabría preguntarse si ciertas compañías locales no merecerían un hueco en el Teatro Cervantes

Chico García, en 'El Perro', de Induo Teatro. Chico García, en 'El Perro', de Induo Teatro.

Chico García, en 'El Perro', de Induo Teatro. / M. H.

De entrada, sin contar la programación Off (distribuida este año entre La Cochera Cabaret, la Sala Maynake, la Sala Camm y la Caja Blanca), las agrupaciones locales vuelven a quedar programadas en su mayoría en el Teatro Echegaray; y tal vez convendría preguntarse si no hay compañías malagueñas, de suficiente veteranía y prestigio, que merecieran un hueco en el Teatro Cervantes justamente durante el festival, como en algunas ocasiones se hiciera antaño. De cualquier forma, y a modo de recomendaciones, convendría no perderse en el Echegaray, el 8 de enero, ya para inaugurar el certamen, a Chico García con la última producción de Induo Teatro, El perro, en el que el actor malagueño encarna nada menos que al cínico Diógenes de Sínope. Tras el éxito del año pasado con A secreto agravio, secreta venganza, la compañía Jóvenes Clásicos regresa el 14 con Numancia ocupada, una dramaturgia de Sergio Rubio a partir de textos de Cervantes y Rojas Zorrilla dirigida por Pedro Hofhuis y estrenada en el pasado Festival de Almagro con la rendición del público y la crítica. Las Historias dobles de Alejandro Pedregosa, que protagonizarán Manuel Salas, Carlos Bahos y Cristóbal Soria el día 20, contarán con una más que notable aportación de talento malagueño; como la Mantequilla que protagonizarán el 23 Roberta Pasquinucci y Rodrigo García Olza para la representación de la obra de Carlos Zamarriego, dramaturgo y director (aunque en esta obra, estrenada en la Sala Mirador, la dirección queda en manos de Edgar Costas) nacido en Madrid pero con una ya abultada trayectoria en Málaga (baste recodar su Inestables que estrenó Factoría Echegaray). Antes, el día 22, Stroke 114 recupera su muy recomendable Macho. Crónicas de identidad perdida que ya se vio el año pasado en el Salón Rossini en el Cervantes; y la citada Roberta Pasquinucci protagonizará los días 24 y 25 El hambre. Una historia de amor junto a Juamma Lara.

El Sobre ruedas de Acuario Teatro (día 26), el programa de Anverso / Reverso dedicado a Easy Rider (27), Los grandes fracasos de Broadway que sigue la saga Desmontando musicales de Nuevo Teatro Musical (28) y la Bacanal de La Líquida que podrá verse del 10 del enero al 9 de febrero en el Málaga Palacio añaden, entre otros, más leña al fuego. Bien. Es la guerra.

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