García Lorca en Málaga

Federico de alas intactas

  • Núria Espert y Laura García Lorca conmueven con su evocación de Lorca en el tributo a la Generación del 27 organizado por la Fundación Manuel Acántara

Núria Espert, Laura García Lorca, autoridades y responsables de la Fundación Manuel Alcántara, este lunes, en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento.

Núria Espert, Laura García Lorca, autoridades y responsables de la Fundación Manuel Alcántara, este lunes, en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento. / Javier Albiñana (Málaga)

La imagen debería valer como foto fija de la identidad cultural de Málaga: el Salón de los Espejos del Ayuntamiento se quedó este lunes pequeño en el acto organizado por la Fundación Manuel Alcántara y la Fundación Cajasol a modo de la celebración del 92 aniversario de la Generación del 27. Dada la calidad de las invitadas, la actriz Núria Espert y la presidenta de la Fundación Federico García Lorca y sobrina del poeta, Laura García Lorca (en conversación respectivamente con el director de Sur, Manolo Castillo; y el de Málaga Hoy, Antonio Méndez), la velada sirvió especialmente para la evocación de la memoria y el genio del autor de Yerma; pero, más aún, para dar cuenta de la vigencia del considerado por derecho autor más universal en lengua española junto a Cervantes. Abundaron momentos en los que, al amparo de las palabras de las protagonistas, las emociones se vivieron a flor de piel; y por mucho que el ambiente pidiera a gritos una instalación más eficaz de aire acondicionado, dado el gentío que se agolpaba en sus asientos y de pie en todo el perímetro del salón, sin apenas un resquicio para el oxígeno, el alimento servido fue bien aprovechado en una cita para la que Málaga ofreció lo mejor de sí misma.

Núria Espert: "Todo lo que me ha pasado como actriz, persona y empresaria, tiene que ver con Lorca"

Llegada a la ciudad en plena gira de su Romancero gitano, espectáculo armado en torno al celebérrimo poemario lorquiano bajo la dirección de Lluís Pasqual y estrenado el año pasado, Espert dio ya desde el comienzo de su intervención buena cuenta de esta vigencia en clave personal: “No se puede amar tanto a un artista, ni recitar tanto sus poemas, ni conocer tan a fondo sus libros y su obra, y pensar a la vez que no está aquí. Lo está, en el aire, dentro de mí, desde que recitaba sus poemas en los cafés aquellos domingos a mis ocho o nueve años”. La actriz, emblema decisivo de la escena española, desgranó en su alocución cómo, de hecho, Lorca ha sido una constante en su trayectoria, tanto vital como profesional, “lo mismo con los recitales de su poesía junto a Rafael Alberti que con aquel montaje tan importante, Haciendo Lorca, en el que Pasqual nos dirigió a Alfredo Alcón y a mí. Todo lo que me ha pasado como persona, como actriz y como empresaria ha tenido siempre que ver con Lorca”. Recordó igualmente Núria Espert el montaje de La casa de Bernarda Alba protagonizado por Glenda Jackson que dirigió en Londres en 1985, lo que significó su debut en una materia “que a pesar de los éxitos, en teatro y en ópera, me generó una depresión. El trabajo de directora se hace en una soledad terrible. Sólo volví a encontrarme a mí misma cuando regresé a la interpretación”. Tras recordar sus más de dos mil funciones de Yerma en todo el mundo y el magisterio de Margarita Xirgu, Espert concluyó con el Romance de la Luna, Luna en los labios. Y el aplauso fue, sin remedio, unánime.

Laura García Lorca: "Los restos de Federico, mezclados con los de las otras víctimas, son más elocuentes donde están”

El director de ‘Málaga Hoy’, Antonio Méndez, y Laura García Lorca, durante su conversación. El director de ‘Málaga Hoy’, Antonio Méndez, y Laura García Lorca, durante su conversación.

El director de ‘Málaga Hoy’, Antonio Méndez, y Laura García Lorca, durante su conversación. / Javier Albiñana (Málaga)

Tanto, que cuando Laura García Lorca tomó la palabra a continuación lo hizo con lágrimas en los ojos: “Es emocionante descubrir el conocimiento tan profundo que tiene Núria de la obra de Lorca”, afirmó, a modo de prólogo. Evocó la presidenta de la Fundación Federico García Lorca su infancia en Nueva York, cuando su padre, “un diplomático brillante que había vivido la ilusión de la modernización de España en los años 30 y que luego se enfrentó a la muerte de su hermano y al exilio”, prefería no hacer presente muy a menudo la memoria del hermano asesinado en el seno familiar: “Y nosotros respetábamos eso. Cuando comprendí la dimensión de la obra y la figura de mi tío, comprendí también que mi padre tuvo que asumir sin más remedio la responsabilidad de convertirse en su voz en el exilio, especialmente desde que en 1940 se publicara Poeta en Nueva York y en 1945 se estrenara La casa de Bernarda Alba en Buenos Aires”. Laura García Lorca evocó su propia formación como actriz en Nueva York, su llegada a España por primera vez con trece años, la constitución de la Fundación Federico García Lorca a mediados de los 80 por iniciativa de su tía Isabel y la “feliz” llegada, hace sólo un año, del legado del poeta al nuevo Centro García Lorca de Granada procedente desde la Residencia de Estudiantes. Y también aprovechó para “explicar con claridad” la posición de la familia respecto a la localización de los restos de Federico: “Estamos todos de acuerdo en que la presencia de estos restos donde están, mezclados con los restos de las demás víctimas que se encuentran allí, es más elocuente. En este lugar, junto a otros cientos o miles de víctimas, el hecho de que no lo distingamos contribuye a reforzar la memoria de lo que sucedió y a proteger a las demás víctimas. Si lo distinguiéramos, tanto la memoria como las demás víctimas quedarían comprometidas. Eso sí, respetamos sin duda la voluntad de las familias de otras víctimas a buscar sus restos”. Laura García Lorca definió la ejecución del poeta como “un crimen político” dado su compromiso con la República y recordó al dramaturgo que pidió que no le cortaran las alas. Intactas las luce, todavía.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios