A veces sucede que las conexiones se hacen solas: la Orquesta Filarmónica de Málaga protagonizó el pasado sábado en el Teatro Cervantes el concierto de clausura de la última edición del festival de música de cine Movie Score Málaga (Mosma), con un programa que, bajo el lema Mosma Maestros en versión original, incluía partituras de compositores como Carmelo Bernaola, Roque Baños, Bernardo Bonezzi y Antón García Abril. El mismo García Abril fue reconocido durante el concierto con el Premio Mosma Maestro 2020 y con la interpretación a cargo de la OFM de una selección más amplia de algunas de sus obras para cine y televisión que se cerró con la popular partitura de El hombre y la tierra, el histórico programa televisivo de Félix Rodríguez de la Fuente. Y es aquí donde el director de la OFM en el concierto, Arturo Díez Boscovich, vio la conexión a tiro.

En realidad, todo transcurrió antes, en uno de los ensayos previos al concierto en el Teatro Cervantes. Díez Boscovich decidió grabar en vídeo (con la complicidad de su hermano Hugo Díez) el ensayo de El hombre y la tierra pero antes hizo una intervención, directamente a la cámara, para dedicarle la pieza a su "admirado" Iker Jiménez, dada la atención que el presentador dedica habitualmente en su programa a Félix Rodríguez de la Fuente y su legado. Pocas horas después de aquel ensayo, Díez Boscovich envió el vídeo a Iker Jiménez. Y éste no dudó en dar cuenta de su gratitud por lo que consideró un "regalo maravilloso".

Lo hizo en Milenio Live, la división de internet de Cuarto Milenio en su bien conocida labor divulgadora e informativa. Visiblemente emocionado, Jiménez agradeció "uno de los regalos más maravillosos que me han hecho nunca" y recordó que, de hecho, Félix Rodríguez de la Fuente vuelve a ser motivo de actualidad después de que la Audiencia Nacional haya decidido reabrir la investigación en torno a su muerte a consecuencia de las informaciones emitidas en Cuarto Milenio. "Nunca había escuchado esta obra de Antón García Abril así, interpretada en directo por una orquesta, y es tremendo", señaló Jiménez, quien alabó "el trabajo de estos grandes profesionales capaces de tocar esta música con estas condiciones, con las mascarillas puestas y todas las dificultades". En este círculo de admiraciones la música volvió a servir, como suele, de puente inefable.