Agu Méndez ilustra "la resistencia" malagueña, los negocios locales que sobreviven a las franquicias

También es fundador de La Gauss, una escuela independiente de diseño que lleva 25 años

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Algunos de los diseños de Agu Méndez.
Algunos de los diseños de Agu Méndez. / M. H.

El Pimpi, Casa Lola, Casa de Guardia... Todos estos bares icónicos malagueños están representados a través de la inteligencia artificial en imágenes que muestran su portal, emblemas de la ciudad. Detrás de la publicación, que ha generado bastante interés en Instagram, están el ilustrador malagueño Agu Méndez y Andrés Gil, la "dupla creativa". "Yo soy muy malagueño, me gusta mucho todo lo que sea ensalzar nuestra ciudad", afirma Agu.

El ilustrador cuenta que su compañero había hecho algo similar con Sevilla y que, a partir de ahí, decidieron replicar el concepto en otras ciudades. El impulso a hacerlo con Málaga tiene un objetivo: "Darle sitio a la gente que lleva mucho tiempo esforzándose e intentándolo". En este gesto hay memoria y también urgencia, porque, como ha reconocido, "quedan muy pocos negocios de cuando era pequeño en Málaga".

De hecho, instantes previos a esta entrevista, Agu estaba inmerso en la segunda parte, denominada "la resistencia": Casa Aranda, Joyería Marcos, Farmacia Mata o la librería Proteo son ahora los protagonistas. Un homenaje a quienes llevan "más de 25 o 50 años sufriendo incendios, adversidades y de todo". Mientras habla, la mañana se le pasa entre notificaciones con las ilustraciones a medio terminar: "Cada 10 minutos me despisto, pero quería sacarlo antes de que termine la mañana".

Agu Méndez describe una ciudad que ha cambiado de forma radical: "Voy a cumplir ahora 50 años y me sorprende muchísimo cómo ha cambiado todo". La calle Larios ha aparecido como símbolo de esa transformación: "Fíjate, tuvo que cerrar Lepanto". No lo convierte en reproche, pero sí en constatación, ya que no quiere "hacer crítica de Málaga": "Esta publicación era para ensalzar el trabajo de gente que lleva toda la vida trabajando y resistiendo, creo que debemos sacar pecho de nuestra ciudad".

Aunque están hechos "con la ayuda de la IA, con un prompt", reconoce que es "muy analógico, de plastilina, de trabajar con rotulador". Pero incluso desde ese punto de vista, admite el potencial creativo que genera la inteligencia artificial si se sabe usarla: "Es maravillosa para las personas creativas". Ideas que antes se quedaban "apuntadas en un cuaderno" ahora pueden materializarse en poco tiempo: "Te sientas y en un día la bajas a tierra".

Hace unos meses también hizo una portada para The Malagueñer. Representa Málaga solo a una tinta, "con el azul del mar, y con personajes que lleven a Málaga por bandera". El resultado ha sido un "batiburrillo" de garabatos que ha terminado conectando con el público. "Llenar hojas de garabatos es básicamente lo único que sé hacer", ha explicado, restando importancia al proceso. Contraria a la última publicación, porque para él, el momento creativo actual se define por la mezcla: "Lo bonito de esta nueva era es la contraposición, el mix, lo analógico y la IA conviviendo".

25 años de La Gauss

"Cuando fundamos La Gauss era por una necesidad que he tenido siempre, que es enseñar lo poco o mucho que sé de algo", explica Agu Méndez. Su "pasión es enseñar, por encima de todo". Se trata de una escuela independiente de diseño que "conecta disciplinas, personas y contextos": desde quienes vienen del arte o la comunicación, hasta quienes encuentran en el diseño una herramienta para repensar la tecnología, el marketing o la ingeniería. 

La historia de la institución empezó, según narra, en un momento muy concreto de su vida. Agu terminaba la carrera de Periodismo en la facultad, encontrándose con una Málaga donde el diseño gráfico apenas tenía espacio académico. "Había una carencia muy grande de conocimiento del diseño gráfico en general, no había nada", admite. Ese vacío fue el germen de este gran proyecto.

El origen de la escuela vino de un evento decisivo, haciendo de la tragedia una inversión: "Tuve un accidente de tráfico y me dieron una indemnización". En vez de gastarse "el dinero en fiesta", pensó que "era un buen sitio donde ponerlo". Así nació La Gauss, con medios mínimos y mucha intuición. "Empezó con unos poquitos ordenadores de tubo, de esos supergrandes".

Desde el principio, Agu Méndez ha entendido la escuela como un espacio vivo, ligado a la realidad profesional. "Veníamos de una universidad donde el periodismo era muy teórico", explica, y esa experiencia le llevó a apostar por una formación práctica y transversal. "Yo fui periodista y necesité esa visión holística", añade, subrayando que ese enfoque ha marcado el ADN de La Gauss durante este cuarto de siglo.

"Es una de las escuelas referentes del diseño gráfico, no solo en Málaga, sino en el panorama andaluz y nacional", comparte orgulloso. La permanencia en el tiempo, sin embargo, no ha sido sencilla. "25 años son muchos, son demasiados", reconoce, y añade: "En un mundo tan cambiante como el del diseño gráfico, más todavía, estamos en un momento complicado, pero aquí seguimos".

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