Desde la misma creación del Teatro del Soho Caixabank contemplaba Antonio Banderas la inclusión en el proyecto de una dimensión social, bajo la premisa de que el teatro y la música son instrumentos determinantes a la hora de poner coto a la marginación, la exclusión y la desigualdad. En lugar del consabido brindis al sol, el malagueño creó la Fundación Teatral Antonio Banderas con la idea, precisamente, de establecer puentes entre las actividades escénicas desarrolladas en el teatro y la labor que desarrollan las organizaciones de carácter social en Málaga. De inmediato comenzaron Banderas y su equipo a diseñar propuestas de diverso alcance, pero desde el estallido de la pandemia figuraba entre las cuestiones prioritarias el reconocimiento a los mayores, el colectivo más castigado por el coronavirus y, al mismo tiempo, el que mayor compromiso ha mostrado para su erradicación al convertirse en pioneros de la campaña de vacunación, especialmente en las residencias. Así, de hecho, se había expresado el mismo Antonio Banderas en varias ocasiones en los últimos meses. Dicho y hecho: a través de la Fundación Harena, que desde 2007 trabaja para mitigar la soledad y el abandono que sufren no pocos mayores en la provincia de Málaga, y con el apoyo de la Fundación La Caixa, el Teatro del Soho abrió este viernes sus puertas a más de 350 mayores ya vacunados contra el coronavirus, procedentes tanto de residencias como de programas de acompañamiento en domicilios, para el concierto que, bajo el lema Notas de cine, ofreció la Orquesta Sinfónica Pop del Soho bajo la dirección de su titular, Arturo Díez Boscovich. Y con la presentación estelar, claro, del propio Antonio Banderas.

Llegada de los mayores al Teatro del Soho, este viernes.

Fue una ocasión muy especial, vivida con mucha emoción. Los protagonistas del encuentro, los propios mayores, comenzaron ya a llegar una hora antes de que comenzara el concierto con la perspectiva no sólo de asistir a un concierto y cambiar así sus rutinas por un día, sino de conocer en persona a Antonio Banderas, objetivo compartido de manera unánime por todos los presentes. La gerente de la Fundación Harena, María Angélica Moreno, precisó antes del concierto que unos doscientos asistentes procedían de catorce residencias de la capital malagueña y una de Álora; más de un centenar eran participantes del programa Soledad 0 - Vida 10, en el que los voluntarios ofrecen acompañamiento y asistencia a los mayores que residen solos en sus domicilios en sus domicilios (y también por vía telefónica cuando la situación sanitaria desaconseja la compañía presencial); y otro medio centenar habían llegado de otros municipios de la provincia, como Mijas, Fuengirola o Casabermeja. Más del 90% del público tenía más de 80 años, si bien la media de edad aumentaba considerablemente entre quienes se habían desplazado desde la misma capital malagueña, con menos incomodidades: "Es Antonio Banderas quien ha hecho esto posible y quien ha entendido desde el principio que los mayores merecían este homenaje. Lamentablemente, no han podido venir todos los mayores que habrían querido hacerlo, pero que se les dé esta visibilidad y este cariño es muy importante para todos ellos", apuntó Moreno sin ocultar su emoción.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y demás autoridades, antes del concierto.

Tampoco camufló la suya el mismo Antonio Banderas, quien, en el escenario, con todos los músicos ya dispuestos y antes de que comenzara el concierto, dio buena cuenta ante el público de las razones del homenaje, bautizado como El mayor aplauso: "Es un orgullo recibirles aquí, en el teatro y en el corazón. Ustedes son el colectivo que más ha sufrido la pandemia y el que ha demostrado un mayor compromiso ciudadano. Ha vuelto a quedar claro que tenemos en ustedes las columnas que sostienen la identidad de nuestro pueblo, todo lo que somos". Recordó el actor que, cuando la mala salud jugó contra él su peor revés, "la música, el cine y la literatura me ayudaron a recomponer después mi relación con el mundo, a andar de nuevo. Tengo la firme convicción de que la música es un instrumento sanador, que nos cura. Y por eso queremos ofrecerla ahora como un remedio contra la soledad". Banderas leyó después la misiva de una verdadera fan, Mercedes, de 83 años, voluntaria en Cáritas durante 35 años y vecina en su momento del mismo edificio de la calle Zegrí donde el actor tiene hoy su domicilio en Málaga. Mercedes expresaba en su carta el deseo de hablar personalmente con Banderas y allá que fue el actor a cederle el micrófono. Tomaron después la palabra dos participantes del programa Soledad 0 - Vida 10 de la Fundación Harena: Mari Cruz, de 90 años, y Florinda, de 91, quienes expresaron su gratitud tanto a Banderas como a los voluntarios que hacen la soledad más llevadera en sus propias casas.

Recordó el presidente de la Fundación Harena, Antonio Moreno, que más de 60.000 personas viven solas en la provincia de Málaga

Se encontraban también entre el público el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación provincial, Francisco Salado; el director territorial de Caixabank en Andalucía Oriental, Juan Ignacio Zafra; y el presidente de la Fundación Harena, Antonio Moreno, quien recordó que la soledad "es la enfermedad propia de las sociedades desarrolladas. En la provincia de Málaga, más de 60.000 personas viven solas. De ellas, 23.000 residen en la capital", otra epidemia más silenciosa, menos promocionada, ante la que Harena desplegó en 2020 el trabajo de "de 1.200 voluntarios en otros tantos domicilios y más de 7.500 asistencias telefónicas". Llegó luego la música de cine, y con ella los sueños, la ilusión, la magia encendida en los rostros que parecían recuperar así la infancia en la que sentirse queridos.