No es el primero ni se ha quedado solo en sus reivindicaciones. La falta de medidas concretas planteadas por el ministro de Cultura ante la crisis provocada por el coronavirus ha puesto en pie a toda la comunidad artística nacional. Entre ellos, el director teatral Lluís Pasqual, que estuvo al frente del Teatro del Soho Caixabank de Málaga hasta el pasado febrero. Pasqual ha enviado este 10 de abril una carta Rodríguez Uribes para pedirle un "giro urgente de ciento ochenta grados". 

"Desde 1975, nunca me he sentido más injusta e inmerecidamente despreciado por un responsable cultural. Y como yo, miles y miles de compañeros", dice el director teatral en la misiva. Y asegura que de "su insólita intervención se desprende un desconocimiento absoluto de las condiciones de trabajo de los artistas, quienes dependen inexorablemente de lo que usted piense y haga".

El desconocimiento es entendible y humano, sostiene Pasqual, "pero no lo es en un Ministro llamado a ser garante de una parte numéricamente importante de la población española y, por tanto, de un patrimonio vivo y fundamental". Siendo un sector ya de por sí precario, no contar con un plan para reflotarlo lo considera, directamente, llevarlo a la muerte. 

"Todas las personas que luchan por la cultura y que tiene usted que proteger desde el Estado, estaban antes del coronavirus en la antesala de la UCI", asegura el director teatral. Y subraya que "el día que esta pesadilla pase, si usted no ha dado antes un giro urgente de ciento ochenta grados, no va a encontrar más que muertos".

"La España cultural con sus locales cerrados, sus festivales, programaciones y rodajes suspendidos y con sus artistas abandonados y sin futuro es el panorama que tiene delante"

Pasqual reitera que "la España cultural con sus locales cerrados, con sus festivales, programaciones y rodajes suspendidos y con sus artistas abandonados y sin futuro es el panorama que tiene usted delante". Para evitar esto pide que "igual que otros Ministerios proyectan alternativas de futuro posibles, probables o sólo deseadas, la obligación del Ministerio de Cultura es hacer lo mismo". 

Para el director teatral, "como en el peor tsunami, se ha producido en pocos días una emergencia culturalinsoslayable en la que le corresponde al Estado tomar la iniciativa", igual que han hecho en otros países europeos en los que han convertido la protección de la cultura en una cuestión de Estado.