El 4 de marzo de 1899 nació Emilio Prados en una Málaga que poco después se convertiría en escenario de la edad de plata de la letras españolas. Su padre logró regentar una fábrica de muebles instalada en el Palacio de los Condes de Buenavista. Su madre, procedente de una familia burguesa, le enseñó el amor por los libros y la lectura.

Estudió en el instituto Gaona como también lo hicieron Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y José María Hinojosa y con 19 años ingresó en la Residencia de Estudiantes de Madrid. El camino lo llevó hasta el epicentro de la creación del momento y se convirtió, sumando a su poesía, la labor como editor e impresor, en pilar fundamental de la Generación del 27, aunque quizás semioculto ante el brillo de otros compañeros, como destacó ayer la consejera de Cultura. 

Nombrado Autor del Año 2021 por la Junta de Andalucía, llega ahora una batería de iniciativas para ahondar en ese homenaje que se le pretende rendir en su tierra. Este viernes se ha inaugurado la muestra Emilio Prados, el mar de la nostalgia. Fotografías, libros, ejemplares de la revista Litoral, cartas manuscritas, documentos y otros objetos, como los tipos de plomo con los que sacó a la luz los versos más destacados del 27 en la imprenta Sur, recorren la vida y obra de Prados. 

Hasta el 30 de noviembre se podrá visitar en el Centro Cultural Fundación Unicaja, ubicado en el Palacio Episcopal, la muestra organizada por el Centro Andaluz de las Letras (CAL) de la Consejería de Cultura. "Esta exposición es motivo de satisfacción y orgullo por el recuerdo y homenaje que le brinda a la figura de Emilio Prados", comentó este viernes en el acto de inauguración Braulio Medel, presidente de la Fundación Unicaja, que también destacó la fructífera colaboración entre las entidades. 

Asistentes a la inauguración de la exposición observan uno de los libros.

Eva Díaz Pérez, directora del CAL y comisaria de la exposición, detalló que la muestra ha sido posible gracias a la colaboración de instituciones como la Residencia de Estudiantes y particulares, como la familia del autor, con el préstamo de materiales. También subrayó la coordinación del profesor Francisco Chica en el catálogo científico.

"Málaga tiene que reivindicar que fue la gran ciudad del 27, desde aquí hicieron mucho por aquella generación, la revista Litoral impulsó la obra de todos", señaló Díaz. Igualmente, incidió en la importancia de llevar su obra a las aulas con el cuaderno didáctico de María Dolores Gutiérrez y avanzó que en noviembre se realizarán unas jornadas dedicadas al poeta y "paseos poéticos por la Málaga de Prados".

Más de 60 piezas componen la muestra en el Centro Cultural Unicaja.

La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, comentó en la presentación de la muestra que la iniciativa "ha servicio para acercarnos al creador y que lo sintamos presente, rescatar al creador y a la persona, es nuestra contribución a la merecida difusión de este autor". Porque, según Del Pozo, Prados ha sido más estudiado en el ámbito académico que conocido entre el público. "Hay que llevarlo más allá, que lo conozcan todos los andaluces y puedan sentirse orgullosos", agregó la consejera. 

El sobrino nieto de Prados, Lorenzo Saval, junto a Medel, Del Pozo y Díaz.

El Archivo Manuel de Falla, la Biblioteca de Andalucía, el Archivo Municipal de Málaga, la Fundación Salvador Dalí-Gala, la Fundación María Zambrano, junto a las colecciones privadas de las familias Fernández-Canivell, Andrade y Such Martínez, entre otras, han colaborado en la muestra que está compuesta por más de 60 piezas. 

Emilio Prados murió en el exilio mexicano en 1962. Todo tipo de conchas y elementos marinos acompañaban a sus libros en las estanterías. El mar que siempre llevó consigo lo trae ahora de vuelta.