Exposiciones en Málaga

Noelia García Bandera: en el temblor de un pétalo

  • La artista inaugura este viernes en el Estudio Ignacio del Río ‘El Jardín’, una aproximación a la idea de naturaleza fingida desde el confinamiento

'El Jardín I'.

'El Jardín I'. / Noelia García Bandera

Afirmaba Cicerón que en una casa son imprescindibles una biblioteca y un jardín para la felicidad. Las últimas tecnologías y el empeño proverbial de las librerías, con sus renovados sistemas de reparto, han hecho de lo primero una norma común, al menos para quien se dé por aludido, incluso en tiempos de pandemia; pero lo del jardín es una cuestión considerablemente menos extendida, ya sólo por la progresiva reducción de los espacios domésticos. Ocurre que a menudo ofrece el arte soluciones próximas a la mímesis cuando se trata de incorporar realidades al entorno a través de elementos capaces de fingir esas mismas realidades: de hecho, es esta mímesis la que define a la obra de arte en sí desde las cuevas rupestres. Decretado el confinamiento el año pasado a cuenta del coronavirus, a Noelia García Bandera (Málaga, 1974), doctora en Historia del Arte, profesora en la Escuela de San Telmo y referente generacional de la fotografía artística, no le quedó otra que quedarse en casa con su familia. "Y sentí pronto una nostalgia de la naturaleza, como si una conexión que había estado ahí todo el tiempo sin que yo reparara en ella siempre se perdiera y yo comprendiera entonces cuánto la necesitaba", explica la artista. Decidió entonces acudir a las posibilidades propias de la naturaleza fingida que ofrece el arte para crear su propio jardín, una tarea para cuya inspiración acudió a lo que tenía más a mano: su propia familia. De aquel empeño nace su nueva exposición, El Jardín, una selección de un total de trece fotografías (si bien el diálogo entre formatos distintos es aquí una constante) que se inaugura este viernes en la Galería Estudio Ignacio del Río (C/ San Lorenzo, 29), donde podrá verse hasta el 3 de septiembre.

'El Jardín VI'. 'El Jardín VI'.

'El Jardín VI'. / Noelia García Bandera

En gran medida, El Jardín de Noelia García Bandera nace de aquello de hacer de la necesidad virtud: a la profesora le fue encomendada la asignatura Historia de la ilustración para impartirla en San Telmo "y me encontré con que no había ningún estudio propiamente dicho sobre la materia, así que tuve que partir de cero e investigar por mi cuenta". Y así fue como dio con la figura de Peter Henderson (1822-1890), conocido como el padre de jardinería ornamental en Estados Unidos y también autor de libros ilustrados como Everything for the garden (1886), en el que introducía a los lectores con sus esmerados dibujos en el fabuloso mundo de la horticultura: "Me fascinó el preciosismo, la cantidad de detalles con los que estaban realizadas aquellas ilustraciones. Decidí investigar a partir de aquello y cuanto más conocía más me apetecía trabajar a nivel artístico, porque de alguna forma percibía ciertos vínculos entre estas ilustraciones y mis fotografías. Pensé al principio en un gran formato, porque cuando he abordado el asunto de la naturaleza en mi obra lo he hecho así. Y entonces, estalló la pandemia y tuvimos que confinarnos en casa".

'El Jardín II'. 'El Jardín II'.

'El Jardín II'. / Noelia García Bandera

La nueva situación no disuadió a García Bandera de seguir adelante con su proyecto. Al contrario, le hizo reafirmarse en la idea: "Vivo en un piso cerca del centro. No tenía nada parecido a un jardín, pero quería uno. Así que me puse a ello". Comenzó a recrear la ilustraciones botánicas de Henderson con un  pulso cada vez más libre al mismo tiempo que rescataba elementos de sus fotografías anteriores, especialmente los fondos. El jardín se presentaba entonces como un puente entre formatos, de la ilustración a la fotografía, lo que entrañaba una opción novedosa para la artista: "En estas fotografías hay elementos que son muy reconocibles en mi obra, como los fondos oscuros, que transmiten esa impresión de soledad. Pero al final rechacé la posibilidad del gran y mediano formato y opté por tamaños más reducidos, más acordes con la materia prima de la que partía, que eran mi casa y mi familia. Y me encantó comprobar cómo la naturaleza prácticamente tridimensional de las ilustraciones, con todos esos detalles mínimos, se percibían sobre mis fondos. Cada cosa nueva que hago me lleva a lo que he hecho antes, y en este caso el viaje ha sido muy revelador". La artista contrató como modelos a sus propias hijas, al cabo su única opción disponible, aunque al final esta solución terminó aportando también significados inesperados: "Soy madre desde hace once años, pero nunca me había inclinado a incluir a mis hijas en mi trabajo. Lo he hecho ahora, en parte, porque no tenía más remedio, pero también ha sido muy constructivo comprobar cómo mis hijas influyen en lo que hago, con su personalidad y su manera de estar en el mundo".

"Cada cosa nueva que hago me lleva a lo que he hecho antes, y en este caso el viaje ha sido muy revelador"

La investigación en torno al mundo de la ilustración siguió en paralelo a la misma ejecución de las fotografías, en un aprovechamiento mutuo entre la idea y la praxis. Y sí, ya tiene Noelia García Bandera su jardín: "El Estudio de Ignacio del Río es el lugar idóneo para ver esta exposición, ya que es un espacio muy recogido e invita a observar las fotos muy de cerca, tal y como se observa un jardín". Admite la artista que esta obra ha seguido un proceso orgánico: "Ha germinado, ha crecido y ha dado fruto". El jardín de su casa es ahora de todos.

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