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Cultura

Un paseo tras la huella de Emilio Prados en Málaga

  • Con el recorrido guiado por el especialista Javier La Beira se han inaugurado las jornadas dedicadas a divulgar diversos aspectos de la obra del impresor y poeta de la Generación del 27

Javier La Beira enseña al público la primera ubicación de la imprenta Sur, en Tomás Heredia, 15.

Javier La Beira enseña al público la primera ubicación de la imprenta Sur, en Tomás Heredia, 15. / Javier Albiñana (Málaga)

Emilio Prados (Málaga, 1899, Ciudad de México, 1962) tuvo dos pasiones vitales, la creación poética y la labor impresora. De ahí que, si se quieren seguir las huellas del miembro quizás menos conocido de la Generación del 27, tengan especial relevancia los lugares en los que estuvo enclavada la Imprenta Sur. Cuna de la revista Litoral y de las primeras publicaciones de poemarios de la edad de plata de las letras españolas, la imprenta malagueña fue motor de la creación poética a partir de 1925.

Así lo explica Javier La Beira, director de la Biblioteca de la Generación del 27 y experto en este periodo. La Beira fue el encargado de ofrecer el Paseo por la Málaga de Emilio Prados con el que se inauguraron este martes las jornadas sobre el poeta e impresor organizadas por el Centro Andaluz de las Letras. Desde el número 15 de la calle Tomás Heredia partió el recorrido.

En este punto, hace casi un siglo, el padre de Emilio Prados le facilitó un local y le compró maquinaria para que Prados iniciara su aventura impresora. Procedía de una familia burguesa que se preocupaba por el futuro de su hijo, que un par de años antes había realizado un viaje por Europa y había quedado fascinado por la filosofía alemana y oriental.

Una vez que abandonó la Residencia de Estudiantes de Madrid, en 1924, regresó a Málaga para encontrarse con Manuel Altolaguirre y José María Souvirón, que ya tenían experiencia editorial con la revista Ambos. La idea de fundar la imprenta Sur tomó cuerpo y la echaron a andar en otoño de 1925. El primer libro que se publicó en ella fue el primero que se editó de la obra de Prados, Tiempo. Veinte poemas en verso, según explica Javier La Beira.

La visita en la calle San Lorenzo, donde se trasladó la imprenta. La visita en la calle San Lorenzo, donde se trasladó la imprenta.

La visita en la calle San Lorenzo, donde se trasladó la imprenta. / Javier Albiñana (Málaga)

Parece ser que el salitre del mar o la poca ventilación les hizo abandonar el local de esa calle y se trasladaron a San Lorenzo. La imprenta tendría otra ubicación en La Alameda y contaría, en su última etapa, con la participación de José María Hinojosa. Además de estos puntos, el recorrido se paró frente a su casa natal, en la calle Strachan, en la calle Larios, donde la familia trasladó su residencia, en la calle Sánchez Pastor, donde Prados fue a sus clases de Primaria y en el instituto Vicente Espinel, en la calle Gaona. Allí estudió un año, en el mismo centro que su compañero Vicente Aleixandre.

La visita terminó en el Centro Cultural MVA. En él se encuentra situada en la actualidad la antigua imprenta Sur, que sigue viva con el impresor José Andrade a la cabeza y gracias al proyecto de la Diputación Provincial y el Centro Cultural de la Generación del 27. Esta actividad forma parte del programa Ciudades Literarias, del Centro Andaluz de las Letras.

“Consiste en descubrir la huella de los escritores en las ciudades, que pasa muchas veces inadvertida, en qué colegios estudiaron, qué cafés frecuentaban, qué paisajes les sirvieron de inspiración”, explica Eva Díaz, directora del Centro Andaluz de las Letras.

Además de esto y en torno a la figura de Prados, designado Autor del Año por el CAL, tienen lugar este 3 y 4 de noviembre una decena de conferencias. “Hemos querido acercar la obra del poeta más secreto del 27, conectarlo con los lectores, porque los especialistas lo conocen pero no tanto el gran público”, subraya Díaz.

“Diversos especialistas van a abordar distintas facetas de Prados, su relación con otros poetas, con Cernuda, con Lorca, su labor como impresor de la revista Litoral, la poesía de guerra, además de poner al día a los participantes en las últimas investigaciones”, añade la presidenta del CAL.

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