Capturada entre las sábanas revueltas, contenida en las manos de una pareja, desvelada en la mirada de una niña frente a los cacharritos, latente en las risas de un grupo de amigos. La felicidad, un concepto tan abstracto como sujeto a sus múltiples interpretaciones, ha estado presente de forma perpetua en la literatura y en el arte desde los tiempos más ancestrales. Así que cuando los editores de la Revista Litoral decidieron hacer un número sobre ella, la selección se les presentó complicada.

El volumen 272, compuesto por casi 300 páginas, reúne más de 180 ilustraciones y unos 150 textos, entre poemas, artículos y microrrelatos. Una veintena de colaboradores ha participado en esta nueva obra de cuya edición son responsables Lorenzo Saval, su director, y Antonio Lafarque.

“En estos últimos años, la felicidad ha estado silenciada y amordazada, la pandemia y otras penalidades nos han tapado el rostro y hasta los ojos han aprendido a sonreír con tristeza detrás de la mascarilla”, escribe Lorenzo Saval en el prólogo de este número de Litoral. “Pero el término felicidad, como decía Carl Gustav Jung, perdería todo su significado si no fuese compensado por la tristeza”, agrega.

“Hemos querido paliar las dos carencias más acusadas que nos ha traído la pandemia, los bares, que fueron protagonistas del número anterior, y la felicidad, nos han hecho mucha falta”, comenta Antonio Lafarque. El editor de contenidos apunta que este volumen “fue una propuesta de Juan Antonio González Iglesias, habitual colaborador de Litoral y una autoridad en el mundo grecolatino”. El catedrático de Filología Latina en la Universidad de Salamanca dirige el proyecto La felicidad en la Historia, de Roma a nuestros días.

“Quería rematar el proyecto con un número de Litoral, suponía una bonita guinda para el pastel y nos animamos a hacerlo”, explica Lafarque. Para esta ocasión, González Iglesias ha escrito el artículo Felices los clásicos, texto en el que habla de la felicidad den la Roma clásica.

“En pocas etapas de la Historia fue el hombre tan feliz como en aquella Roma clásica, ahora tenemos la felicidad un poco olvidada como concepto filosófico”, considera el editor de contenidos. “El materialismo de este siglo nos ha hecho olvidar la parte más epicúrea del ser humano y que está ligada a los conceptos de la libertad y felicidad”, agrega.

La obra ‘Buceador de altura’, de Andrew Baines y los versos de Huidobro y Bousoño.

El arte y la literatura siempre han sido refugio para este “derecho inalienable” del ser humano y están “repletos de modo directo o indirecto a esa alusión a la felicidad, nos ha costado mucho realizar la selección porque hay muchísimo material”, agrega Lafarque y apunta que “desde su propia abstracción se puede haber muchas interpretaciones”.

Por eso, en un tono también irónico y lleno de humor, se recogen en la contraportada citas célebres sobre la felicidad que abarcan diversos prismas, desde los que la buscan como principio vital a los que creen que es cosa de ilusos.

“Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo”, dijo Freud. “La gente se conforma con un nivel de desesperación que puede tolerar y le llama felicidad”, escribió Kierkegaard. Frente a ellos, Jorge Luis Borges mantuvo que “La belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso”.

Para Antonio Lafarque, su cita favorita es la de Anna Magnani: “Cuando sea vieja no quiero parecer más joven, quiero parecer más feliz”. “Creo que esa es una buena filosofía de vida, una aspiración a la que todos deberíamos llegar”, estima.

La fotografía de José Manuel Navia y el texto de Gustavo Martín Garzo.

Del libro destaca también el capítulo Ocho maneras de ser feliz. Para él se han elegido ocho fotografías de artistas nacionales (García-Alix, Ouka Leele, Clemente Bernad, Pérez Siquier, José Manuel Navia, Díaz Burgos, Richard Terré y Miguel Trillo) y sobre las imágenes ocho autores han escrito microrrelatos para la ocasión.

“Los escritores han reflexionado sobre ellas y nos han aportado textos inéditos para la revista”, señala Lafarque. Andrés Neuman, Erika Martínez, Marta Sanz, Sara Mesa, Gustavo Martín Garzo, Miguel Ángel Arcas, Raquel Lanseros y Eloy Tizón han aportado sus creaciones.

Navegando entre parcelas más propias como el humor, la alegría y la risa, y otras más ajenas como la robótica, la lingüística o la estadística, la felicidad puebla una hermosa revista que se puede conseguir en las principales librerías del país y a través de la página web de Litoral. “Es un número visualmente muy rico que irradia alegría”, reconoce y sostiene que “es para saborearlo sorbo a sorbo”.

El próximo, en el que ya trabajan, estará dedicado al Mediterráneo. Saldrá justo cuando Serrat se despide de los escenarios. “Tendremos una colaboración suya, es amigo de la casa”, apunta el editor.