la tribuna

José Luis Marcos Medina

Agencia IDEA (antes IFA) según el PP

EN política no todo vale y nunca el fin, por muy noble que éste sea, puede justificar los medios a emplear para conseguirlo. El Partido Popular de Andalucía, llevado en volandas por el viento a favor que supone haber ganado sobradamente las dos últimas contiendas electorales (municipales y generales) está más volcado que nunca en la conquista del Gobierno en Andalucía en los próximos comicios autonómicos del 25 de marzo, algo que no ha conseguido en la reciente historia democrática. Está en su derecho.

Pero insisto: para conseguir ese fin noble no vale todo. Los españoles hemos podido comprobar en solo unos días con qué facilidad se cambia de discurso político, y cómo están siendo firmemente incumplidos por los gobiernos del PP los compromisos que hicieron en campaña. Esa hipocresía política no se puede justificar culpando a los anteriores gobernantes de haber dejado por herencia un país en la ruina. Por varias razones: una, porque no es verdad que España esté en la ruina; otra, porque cuando se asume el gobierno se asume la responsabilidad de dirigir la institución en las condiciones que se encuentra. No se puede aceptar el Gobierno a beneficio de inventario y querer el poder y, a la misma vez, no querer asumir la responsabilidad que éste conlleva escudándose en lo mal que lo hicieron otros.

Un día sí y otro también, ere que ere, andan los dirigentes del PP andaluz sembrando dudas y extendiendo sospechas sobre la administración andaluza e intentando trasladar a la opinión pública la sensación de que el Gobierno de la Junta está llevando a la quiebra esta Comunidad Autónoma.

No seré yo quien niegue el derecho, y también la obligación, del PP a denunciar irregularidades. La justicia, después, determinará si las mismas son o no constitutivas de delito. Esa misma justicia para la que el Sr. Arenas pide respeto ahora, convencido como está de que fallará a favor de sus intereses políticos, pero que no hace lo mismo cuando es al revés, como en el caso del alcalde de Alhaurín el Grande, siguiendo la vieja estrategia del PP de perseguir al policía en vez de al ladrón.

Las irregularidades las cometen personas con nombres y apellidos y ellas serán las responsables de sus actos, mientras que las sospechas se extienden a las instituciones y a las personas que trabajan en ellas. Y esto, además de injusto, supone una grave irresponsabilidad al poner en cuestión las bases que sustentan un sistema.

Una de esas instituciones sobre las que el PP extiende sospechas es la Agencia IDEA (antes IFA). Resulta mezquino que se siembren dudas y sospechas sobre técnicos y trabajadores con un altísimo grado de profesionalidad, que desarrollan su trabajo guiados por los más firmes principios de rigor y honestidad, asesorando y apoyando a las empresas andaluzas con los servicios e instrumentos financieros que se gestionan desde la Agencia, institución que, por otra parte y gracias al buen hacer de sus profesionales, goza de gran prestigio y alta consideración entre el tejido empresarial andaluz.

Una cosa es predicar y otra dar trigo. Y dar trigo hoy, en una situación de crisis provocada por la avaricia de los mercados y sus mercaderes, es apostar por las empresas como principales actores para el mantenimiento y la creación de empleo. Y a eso se dedica esta Agencia que en los últimos cuatro años ha apoyado con 533 millones de euros más de 8.000 proyectos empresariales, que han provocado movilizar una inversión privada de 2.770 millones de euros, crear más de 11.000 puestos de trabajo nuevos y mantener más de 470.000 empleos.

Sí, sé que esto no es suficiente para solucionar la grave situación de paro que sufre Andalucía, pero como dijera el cantautor Luis Pastor "un grano no hace granero, pero ayuda al compañero". Y eso hace la Agencia IDEA, aportar su grano de trigo (que no de arena) para que, junto a otros, haga germinar un nuevo modelo de crecimiento más sostenible.

Estamos trabajando con rigor para ayudar al desarrollo empresarial, sobre todo de las pymes, en momentos en los que los mercados financieros desoyen sus peticiones. Asesoramos a empresas y emprendedores en la elección del camino de la innovación para ser más competitivos. Colaboramos, en definitiva, en fortalecer un tejido empresarial que garantice la viabilidad de las empresas y, en consecuencia, la estabilidad y la creación de empleo.

Queremos seguir haciéndolo y para ello pedimos un poco de respeto.

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