TRAS el parón festivo se reinicia la actividad con visos frenéticos, sobre todo en las filas socialistas donde el tiempo juega en su contra tras el congreso regional extraordinario y la remodelación del Gobierno andaluz. La primera muestra de que la máquina debe ponerse cuanto antes a todo gas la tendremos mañana martes, día en que se conocerán los nombres de algunos de los nuevos delegados de la Junta de Andalucía. Una primera entrega de la remodelación que podría tener una segunda fase, quizá más amplia, y en la que se podría reflejar la voluntad del griñanismo de no hacer sangre y evitar dejar heridos o cadáveres en la cuneta. En este sentido, el sector de Salvador Pendón vería reconocidos sus poderes con la presencia de alguno de los suyos en el ámbito autonómico.

Pero volviendo a las quinielas provinciales asegurar que mañana se producirán los nombramientos de los nuevos representantes de las fusionadas consejerías de Obras Públicas y Vivienda, que me da en la nariz que ocupará Enrique Benítez, aunque nadie se arriesga a confirmarlo; para Economía e Innovación Pilar Serrano parece tener todas las papeletas; mientras que no se conoce caballo ganador para Hacienda y Administraciones Públicas. Lo que sí se da por seguro es la continuidad de Manuel García en Cultura.

Los mandamases del PSOE de Málaga no quieren estresarse y van a ir pasito a pasito, sin mezclar churras con merinas. Así, de momento se aparca el problema en el grupo municipal en el Ayuntamiento de Málaga, una vez que parece controlada la marejada de fondo y que Rafael Fuentes se haya recobrado de los zurriagazos lanzados por los populares. Esta cuestión podría ligarse a la nominación del futuro candidato para la capital, que desde Andalucía se intenta adelantar lo máximo posible, todavía sin muchos resultados, pero conscientes de que hay que poner en la palestra a los aspirantes de plazas tan importantes como Marbella y Málaga. En el caso de José María Martín Delgado ya hay intentos de abrasarlo antes de su designación.

Otra cuestión importante también queda pendiente en la agenda socialista. Plasmar el acuerdo tácito que se alcanzó en la agrupación Centro de la capital para intentar consolidar, aquí también, la llamada nueva mayoría, basada en el entendimiento entre las diferentes familias. Lo que aparece claro es que Pepín Sánchez Maldonado, no abandonará sus responsabilidades orgánicas a nivel local, por mucho que se empeñen en difundir que su salida del buque insignia del socialismo malagueño es un hecho. Algunos se llegan a intoxicar con su propia rumorología.