Letra pequeña

Javier Navas

Calendario de mujeres

15 de julio 2013 - 01:00

SU hábitat fue la cabina del camionero o la taquilla del recluta. Luego la empresa Pirelli sacó una versión fina para los ejecutivos que comandaban flotas de camiones o espoleaban la invasión de algún país extraviado. Pero su puesta al día se debió a unas abuelitas inglesas, despelotadas para un almanaque benéfico. Ya tenemos las dos características del pin up calendar de nuestro tiempo, 1) modelos aficionados y de roles sugerentes: hay hasta uno de curas tapaditos, de un calendario de monjas todavía no se ha dicho nada, y 2) se elabora con fines solidarios. Aunque a veces basta llegar a marzo para comprender que el verdadero gesto de conmiseración hacia el género humano hubiese sido no publicarlo.

La compañía de vuelos Ryanair se metió en un embolado al editar un calendario con azafatas en bikini. Las fotos a disposición de cualquiera que tenga internet son bastante recatadas; hay jubiladas en chiringuitos que enseñan más carne. A Ryanair la han acusado de "cosificar" a las mujeres y en un juzgado de Málaga se las ha tenido que ver con la organización de consumidores Adecua, la Fiscalía de Málaga y la Abogacía del Estado en representación del Instituto de la Mujer. El caso ha quedado visto para sentencia, después de que los letrados cruzaran palabras como "carnaza", "discriminación" y así. Las modelos podían haber gastado otras lindezas pero la juez no quiso que hablaran. Parece que de una mujer explotada sexualmente no cabe esperar una opinión sensata sobre la propia explotación.

Este caso se ha enfocado mal. La principal discusión consistió en decidir si los fines de la publicación eran mercantiles o filantrópicos, cuando pueden ser las dos cosas a la vez y sin que eso afecte al carácter "artístico" o "cosificador" del calendario. Mirar cualquier cuerpo lo convierte en objeto. Las fotografías juzgadas son decentes o no lo son; da lo mismo que se tomaran para engordar las cuentas de Ryanair o para proteger a la foca monje. Pero si Adecua o el Instituto de la Mujer arremeten contra la Asociación de Señoras Caritativas de Villalosbotijos de la Frontera, la opinión pública se los come, aunque se esté denunciado la misma práctica; en cambio, las compañías aéreas se han ganado a pulso una terrible mala fama de informales, de peseteras y, por lo que se ve, ahora, de machistas. La próxima batalla en la lucha por la igualdad sera emprenderla contra los camioneros.

stats