Agradecimiento de La Coracha

Permítame señor director que a través de estas líneas agradezca en nombre de esta asociación que presido a las entidades, organismos, colegios profesionales, cofradías, peñas, comercios, asociaciones, medios informativos -entre ellos este diario-, televisión y radio, academias de bailes y coros, así como a la Casa Regional de Asturias y a la colonia paraguaya, las muestras de cariño y devoción hacia nuestra Patrona Santa María de la Victoria, con la ofrenda floral del pasado día 8, su festividad. Estos mismos sentimientos de gratitud los merecen el deán de la Santa Iglesia Catedral y la Real Hermandad de Santa María de la Victoria por las facilidades dadas en todo momento, así como los Servicios Operativos y Parques y Jardines de nuestro Ayuntamiento, sin olvidar a cuantos malagueños participaron en este grandioso acto, que cada año es más numeroso y que esta asociación quiere institucionalizar. A todos, nuestro cariño y agradecimiento.

María Luisa Ruy-Díaz Alfonso (Presidenta de la Asociación pro Tradiciones Malagueñas La Coracha)

De nuevo el Sáhara

La todavía Secretaría de Estado de Estados Unidos, de gira por el Magreb, ha vuelto a poner sobre el tapete el espinoso asunto saharaui. Según Rice, hay buenas ideas sobre la mesa de negociación de Naciones Unidas y haría falta un impulso político por parte de las tres partes en conflicto: Marruecos, el Frente Polisario y Argelia. Estas declaraciones de buena voluntad serían válidas si no fuera porque Rice dirige la diplomacia de un país que hace tiempo se alineó con Marruecos en este engorroso tema. El último enviado especial de Naciones Unidas huyó espantado de la zona no sin antes declarar que la independencia del Sáhara era inviable, algo parecido a lo que algún antecesor suyo en el cargo como James Baker predijo, comprometiendo con ello la presumida y deseable neutralidad de la ONU. Francia ya sabemos lo que opina, y Rusia parece que ha cambiado su posicionamiento al respecto, otrora aliado indiscutido de los saharauis y de Argelia, que es la única que permanece al lado del Polisario. ¿Y España? Ni está ni se le espera; hace tiempo que la diplomacia de la antigua metrópoli naufragó en su antigua colonia por no saber resolver una situación de la que es directa responsable. El contencioso del Sáhara no es el único escollo para salvar las relaciones entre Argelia y Marruecos, pero sí es una buena excusa para no retomarlas, mientras ambos países dirimen la hegemonía árabe al sur de Gibraltar. Mientras, el pueblo saharaui continúa invocando a la Justicia Internacional y a sus derechos legítimos e históricos y no renuncian, ni mucho menos, a la celebración de un referéndum sobre un censo justo. Y hacen bien.

El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha guardado bien de pronunciar la palabra recesión durante su discurso ante el Congreso de los Diputados el miércoles 10 de septiembre. Preocupado por "dar tranquilidad" a los ciudadanos que "viven una situación complicada" ha advertido, sin embargo, que "los próximos trimestres serán duros" para una economía que hace menos de un año era aún la locomotora de la Zona Euro. Pero la recesión está a la vuelta de la esquina. España no puede ignorarla por más tiempo desde que las previsiones de la UE apuntan un crecimiento negativo para el país durante los dos últimos trimestres de 2008. Obligado a comparecer ante el Parlamento por una oposición que le reprocha su "pasividad" frente a la crisis, el líder socialista no ha querido presentar una batería de propuestas a añadir a la serie de medidas ya tomadas el 14 de agosto para relanzar la economía. La promesa de aumentar en un 6% las jubilaciones mínimas sigue manteniéndose. Un esfuerzo hecho posible porque "la Seguridad Social demuestra gozar de una salud magnífica", comentó el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. (...)