El zoco

Juan López Cohard

Dinero o poder

22 de agosto 2023 - 00:15

En verano me gusta leer y releer a los clásicos griegos y uno de mis preferidos es sin duda el comediógrafo Aristófanes. Me fascina ver lo increíble que resulta que un escrito de hace 2400 años pueda seguir siendo tan divertido, interesante y actual en una sociedad como la nuestra que, supuestamente, ha evolucionado extraordinariamente. Me estoy refiriendo a la comedia “Pluto”.

La comedia trata de un hombre viejo, pobre y honrado, Crémilo, que ve como los que más tienen suelen ser, muchos de ellos, corruptos, lo que supone una injusticia, Y sin embargo él que siempre ha sido honesto no posee nada. Aristófanes, aborda el injusto reparto de la riqueza, la excesiva importancia que se le otorga al dinero y cómo las legítimas aspiraciones a poseerla pueden convertirse en obsesiones enfermizas. Ante ello, Crémilo decide visitar a un oráculo para que le diga cómo mejorar su situación económica. La respuesta fue que debía seguir a Pluto (dios del dinero). Pluto era ciego porque Zeus, cabreado con los hombres, lo castigó porque sólo daba la riqueza a las personas buenas. Así, siendo ciego la otorgaba al azar. Crémilo lo siguió y le prometió curarlo y, para conseguirlo, acudió a Asclepio, dios de la curación, que le devolvió la visión. Por ello Pluto mejoró extraordinariamente su situación económica. Pero se corrió la voz y todo el mundo abandonó sus casas para seguir al dios Pluto. La diosa de la pobreza y la necesidad, Penia, intervino ocupando todas las casas abandonadas, con lo que, Aristófanes nos advirtió de que podemos perder todo lo que tenemos por la obsesión de alcanzar la riqueza. Penia además hizo el siguiente razonamiento: si todos son ricos ¿quién va a trabajar? En definitiva, Pluto, con la vista recuperada, da riqueza a aquellos que considera honestos y se las quita a los que ve que no son virtuosos. La consecuencia fue que en la sociedad surgiesen rencores y clamores de justicia en aquellos que habían perdido la riqueza. En la obra, Aristófanes, sitúa entre los no virtuosos a los dirigentes atenienses, ya que casi todos ellos se habían hecho ricos siendo deshonestos.

Tuve un amigo sabio que desgraciadamente se me murió hace muchos años que siempre me decía: “Juan, el mundo gira en torno a estos tres motores: poder, dinero y sexo”. Aristófanes pone el foco en el dinero. La obsesión por poseer riqueza sigue siendo la misma ahora en nuestra sociedad que en la ateniense de aquélla época. Pero aún existe hoy una mayor obsesión por el poder. Son muchos los que siguen al dios del poder y ese dios es tan ciego como lo era Pluto. ¿A quienes les llega el poder? ¿Acaso nuestros gobernantes son honestos y virtuosos? ¿Atienden los asuntos públicos con ética y con moralidad laica o secular? En la sociedad occidental, en nuestra civilización, estamos asistiendo a una transmutación de la conciencia que nos permite ver como normal actitudes y hechos que antes serían inconcebibles. Hemos aceptado como normal que por el poder se reformen leyes para liberar delincuentes con delitos contra la sociedad y el Estado. Hemos visto como en el ejercicio del poder se han liberado condenados por violencia machista y violadores. Y estamos viendo cómo llega a la cumbre del poder quien en el ejercicio del mismo ha ocultado delitos de violación masiva y redes de prostitución de menores. Aristófanes hubiese hecho una comedia muy trágica de nuestra sociedad.

stats