de rebote

José Manuel Olías

'Don Balón'

09 de septiembre 2011 - 01:00

APRENDÍ a leer, aparte de con el Micho, con periódicos y revistas que entraban en mi casa. Una de ellas, Don Balón. El semanario futbolístico cierra el mismo día en que se anuncia un ERE en un diario nacional. Es el triste penar cotidiano de la prensa escrita, en una encrucijada que los grandes gurús logran descifrar. Elegir los formatos, manejar los tiempos, cuadrar contenidos. La fórmula está por hallar. Se teoriza con desviar hacia el papel el análisis y centrar la actualidad en internet. A otro ritmo, el recorte llega a televisión y radio. Los fichajes mediáticos y millonarios son habas contadas dentro de un panorama desolador. Nunca se consumió más información como ahora. Pero la libertad y el libertinaje pasan a un lado y otro de una frontera cada vez más difusa. Y no sólo con los periodistas, visto el impresionante poder de las redes sociales. A la prensa, al menos, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) no le quiere cobrar un canon por entrar a los partidos. Es curioso el poder hipnótico del fútbol, con sus metadiscusiones en un bucle infinito. El miércoles veía a Rubalcaba en el programa 59 segundos sometido a un interesante tercer grado. Un político asediado por preguntas incisivas, periodismo clásico. Es valorable que pueda contemplarse en una televisión pública con el candidato del partido que gobierna. Por medio, algún símil futbolero, siempre recurrente. Haciendo zapping veía un campo desierto en Huelva y otro por el estilo en Alicante. Son las eliminatorias de la Copa del Rey entre equipos de Segunda División A y B, previas a la búsqueda del duelo contra el equipo de campanillas que salve el presupuesto de la temporada. Uno de ellos es ahora el Málaga, que sigue en su periplo evangelizador en Andalucía. Tras jugar en Cádiz y Jerez gratis, firma convenios con Córdoba y Jaén. El aparente maná del jeque llega en la peor situación económica de muchas profesiones. Don Balón no podrá contarlo.

stats