España sigue siendo un país de 'ninis'

EL estudio Panorama de la Educación 2016 que ha dado a conocer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sigue situando a España a la cabeza de los países europeos en los que más personas de entre 15 y 29 años ni estudian ni trabajan, los llamados popularmente ninis. En 2015, el porcentaje fue del 22,8% frente al 14,6% de la media de la OCDE, lo que representa tres puntos menos que en 2014, pero la tasa de nuestro país sigue siendo de las más altas de esta zona, sólo superada por el 28,8% de Turquía, el 27,4% de Italia y el 26,1% de Grecia. Pocos avances se han logrado en el sentido de reducir esta vergonzosa estadística, que necesariamente hay que vincular a una serie de factores, entre los que sobresale el del gasto público en Educación, que en el caso de España, de acuerdo con los datos de la OCDE, en 2013 fue del 8% (en 2008 fue del 9%) frente al 11% de media de la Unión Europea. Una inversión a todas luces insuficiente que, como se ha visto, tiene consecuencias catastróficas en este y en otros índices, como los que se utilizan para medir el fracaso escolar. El porcentaje de ninis en España es mayor entre las mujeres, otro dato a tener en cuenta y que tiene una clara correspondencia con las cifras del desempleo. Especial preocupación merece el dato -de acuerdo con el estudio del Ministerio de Educación sobre nivel de formación, abandono y encuesta de población activa- del 20,5% de desempleo entre las personas de 25 a 64 años que están en posesión de la ESO o de un grado medio de FP, teniendo en cuenta que la media de la OCDE es de sólo un 7,7%. Todos estos datos y muchos otros ponen de manifiesto que no sólo existe un altísimo porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan en España sino que los resultados de muchos de los que han tenido una formación básica o media son francamente mejorables de cara a la consecución de un empleo. No debe extrañarnos que esto sea así cuando vemos la importancia que dan los diferentes partidos políticos en las últimas décadas a la Educación, para la que sigue siendo imprescindible un pacto de Estado. Si a la falta de acuerdo y de financiación unimos otro tipo de factores, como la pérdida de valores de la sociedad, el abandono de la educación en el ámbito familiar, la banalización constante de la vida pública y los mensajes contrarios a la cultura del esfuerzo, nos encontramos con la tormenta perfecta que dibuja un panorama cada vez más preocupante de ninis en nuestro país, que se va quedando atrás respecto a los de su entorno. Porque con tantos ninis no hay futuro.