Etimologías

Libro de libros, el compendio de nuestro Isidoro es lo más parecido a una Biblia pagana

Nos regala Miguel Lasida, joven sobrio y generoso, de una nobleza poco habitual entre los encallecidos profesionales del oficio que el narrador colombiano consideraba el mejor del mundo, una preciosa edición bilingüe de las Etimologías, el monumental compendio en el que Isidoro hispalense, erudito y hombre santo y ahora absurdo patrono de la red de redes, recogió y transmitió la formidable sabiduría del mundo antiguo. En la siempre celebrada festividad de San Ignacio, españolísima luz de Trento, felicitamos al colombroño Romero de Solís, embarcado ahora en un ensayo no sólo gastronómico sobre cocina, paisaje y literatura que promete convertirse en referencia obligada para los devotos de la casa de Lúculo. Y recordamos con emoción a nuestro querido Íñigo Ybarra, a quien solíamos precisar que su nombre -Eneko en la intrincada lengua de los vascones, diferente y mucho más antiguo que la acuñación sabiniana Iñaki- no era el mismo que adoptó el de Loyola, nacido Íñigo López, como homenaje a su admirado Ignacio de Antioquía, temprano obispo de la ciudad donde la nueva religión arraigó en los gentiles, mártir de la cristiandad -fue devorado por los leones, un episodio muchas veces representado en la iconografía sacra, durante el reinado del italicense Trajano- y santo padre de la Iglesia a quien el catolicismo debe su nombre. El volumen de Isidoro en la Biblioteca de Autores Cristianos, que Miguel adquirió en la clásica librería paulina, situada junto al secreto templo del Picadero de Sierpes, reproduce el texto latino de Lindsay en la canónica edición oxoniense, y tanto la alusión a la BAC como el nombre de la vieja ciudad inglesa evocan los de una cofradía de estudiosos que no aparece casi nunca en los papeles -la versión española es del padre agustino Oroz Reta, cuya tesis dedicada al "doctor de la Gracia", otra cumbre, fue dirigida por don Antonio Tovar-, pero han desempeñado un papel principal en la transmisión de las coordenadas de nuestro mundo. Nos ha entrado cierta ansiedad por no poder ahora pararnos a leer todas las maravillosas definiciones que contiene, pero sabemos que el volumen nos acompañará por mucho tiempo y será grato perderse entre sus deliciosos meandros durante largas horas venideras. Libro de libros, la síntesis de Isidoro es lo más parecido a una Biblia pagana -aunque la revelación, claro, también aparece representada- que produjo la cultura europea entre laSpätantique o Antigüedad tardía y los inicios del alto Medioevo. No hace falta decir que sería un claro candidato si nos plantearan la boba pregunta a propósito del libro único -harían falta muchos- que nos llevaríamos a la isla desierta.

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