Linderos de gloria

EN 1958 se estrenó la película blanquinegra Senderos de gloria, dirigida por Stanley Kubrick con Kirk Douglas como protagonista. Se trata de un descarnado y ácido alegato contra la guerra. Denuncia la mendacidad de las promesas de gloria con que los gobernantes envuelven en ardor guerrero a la párvula carne de cañón para mandarla al frente de batalla, y que acaba con un jodido tetrapléjico sentado en una silla de ruedas, mientras le impone la medalla al valor un político enriquecido en la retaguardia con el tráfico de armas. Algo similar sucede con los linderos de gloria que los líderes independentistas -Pakistán, Kosovo, Euskadi- estacan con sangre ajena, amojonando un futuro paraíso de pureza racial, al poco tiempo transformado en corral de antropófagos fratricidas.

El hombre es él y sus linderos. Culturales, religiosos, políticos, sociales, económicos, etcétera. Cuando elegimos -o eligen por nosotros- profesión, estado civil, partido político, secta religiosa, equipo de fútbol..., acotamos y establecemos el cerco de nuestros propios linderos. Por eso es tan apasionante conocer a un ex. Es decir, alguien que ha cogido carrerilla y se ha saltado sus linderos a la torera. Ex diputado, ex cura, ex militante, ex campeón, ex culé... Son lo más y mejor para hablar de lo que fueron y de lo que pudo haber sido y no fue.

Ahora Ratzinger-Z acaba de deslindar tres nuevos cotos de pecado social: el de los ricos, el de los polucionadores y el de los narcotraficantes. Ciertamente desde la silla gestatoria, en medio de la Basílica de San Pedro, y rodeado por la Guardia Suiza, lo de la riqueza pecaminosa se entiende como un concepto flexible. "A Dios rogando pero con el mazo dando", salmodian mientras inciensan la escritura constitutiva de una nueva sociedad de inversión de capital variable (Sicav).

En lo que refiere a la polución, hay eclesiásticos verdaderamente ahorrativos. Siete clérigos de la diócesis católica californiana polucionaban con una misma filipina. Una novia para siete hermanos. Cuando la filipina se quedó un poco preñada, le pagaron un billete para arreglar la cosa en su propia tierra. Eso es ecología.

Donde más linderos de gloria se establecen es en el urbanismo institucional. Ordenanzas, planes generales, planes de ordenación territorial, códigos técnicos, estudios de impacto ambiental, etcétera son publicitados como el marco inteligente para la ciudad ideal. Porque, repitamos todos a una el bello estribillo del POTA: "Formalizan una nueva topología territorial concretizando estrategias locacionales de nuevos lugares". Así cualquiera.