ANDALUCÍA cuenta con un rico patrimonio cultural material e inmaterial que, por sus valores excepcionales, ha conseguido el reconocimiento de toda la sociedad y particularmente de quienes día a día convivimos con él y de quienes nos dedicamos a su gestión, pero también de las instituciones nacionales e internacionales dedicadas al patrimonio.

De esta forma, nuestra comunidad cuenta con bienes que han entrado a formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, como es el caso del centro histórico de Córdoba (1984), la Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada (1984), la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla (1987), el Parque Nacional de Doñana (1994), el arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica (1998) y los conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza (2003), además de las expresiones más vivas de nuestro patrimonio inmaterial que recientemente se han incorporado a la Lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Me refiero al flamenco, la dieta mediterránea, la cetrería o la producción artesanal de la cal de Morón, reconocida ésta en la Lista de Buenas Prácticas del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Todo este patrimonio debe ser gestionado a través de políticas públicas, y la nueva sede del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico en Málaga, el Centro de Bienes Culturales y Patrimonio Mundial (CBC-PM), nace para desarrollar esas políticas así como impulsar y proyectar internacionalmente el patrimonio mundial andaluz.

Entre las tareas que asumirá este centro se encuentra la tutela científica y técnica del patrimonio mundial de Andalucía, pero también la realización de proyectos de investigación relacionados estos bienes, la preparación de informes previos para la tramitación de los expedientes relativos a los bienes culturales andaluces que aspiran a formar parte del patrimonio mundial, la formación especializada y la creación de un gabinete especializado en arte rupestre en colaboración con el Ministerio de Cultura y la Unesco.

Además, resulta fundamental la incorporación de la sociedad civil a la tutela de un patrimonio cultural que es de todos y todas, por lo que el CBC-PM acogerá al Consejo Andaluz del Patrimonio Histórico, el órgano consultivo de la Junta de Andalucía, que actúa como institución motor.

Ahora más que nunca, y desde el reconocimiento de que el patrimonio y la cultura son excelentes recursos para el desarrollo económico y social de los territorios, otro de los objetivos fundamentales del CBC-PM es la generación de empleo a través del fomento de la creación de empresas culturales y de base tecnológica a partir de la conexión que tendrá el nuevo centro con el sector del conocimiento, especialmente con la Universidad de Málaga y el Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga.

En relación a la defensa de nuestro rico patrimonio no es sólo una responsabilidad con nuestro legado, es también un elemento estratégico de futuro. Una Comunidad como la andaluza tiene en el turismo cultural una de sus bazas fundamentales. Para nosotros, la defensa del patrimonio representa una apuesta firme desde el punto de la economía y del empleo.

Os invito a que conozcáis de primera mano este nuevo espacio cultural de la ciudad de Málaga que tendrá su sede definitiva en el Convento de la Trinidad cuando finalicen los trabajos de rehabilitación del edificio. Inauguramos mañana con la nueva sede dos exposiciones temporales, una relativa al papel de la Unesco y las funciones que desarrollará el CBC-PM, y otra para los más jóvenes, sobre el patrimonio arqueológico subacuático.

Mis mejores deseos por tanto a este nuevo centro que arranca con el reto de proyectar la imagen e identidad de Andalucía por el mundo a través de nuestro patrimonio. Un patrimonio andaluz, y del mundo.