Smart City

Y digo yo que para darse cuenta de eso no hace falta la ayuda de la inteligencia artificial

Que digo yo, doña Rosita, que una ciudad es digital, no porque se señale con el dedo semejante epíteto, sino por otras muchas cosas. Y digo yo también, que puestos a señalar cosas por las que una ciudad es digital, tecnológica e inteligente, o Smart –como dice hoy en día cualquier gurú del márquetin globalizador–, habrá que decir que lo es por cómo funciona su administración. Y no digo esto por generar polémica, que bien sabe usted que no está en mi ánimo, sino por intentar aumentar mis conocimientos bebiendo de su infinita sapiencia. Porque digo yo, que a mí no me cuadra. Y ya sabe usted que cuando algo no nos cuadra, nos descuadra.

Y a mí me tiene descompuesto que, habiendo anunciado la Gerencia a finales de 2021 la puesta en marcha de un “Asistente Virtual de Licencias” que reduciría de un mes a tres días el plazo de apertura de los expedientes, la auditoría que acaban de realizar a dicho organismo haya detectado que uno de los principales problemas es la falta de una sede electrónica. Eficaz, habría que puntualizar, y que abarcase algo más que la mera apertura del trámite de licencia. Porque, digo yo, que, si el trámite de apertura de un expediente se iba a reducir en casi un mes con la aplicación de marras y las licencias siguen tardando la intemerata, lo mismo es porque el tapón está en más sitios. Y digo yo que para darse cuenta de eso no hace falta la ayuda de la inteligencia artificial, que es el nuevo mantra que resolverá todos nuestros problemas en la era digital. Sino que basta con la natural. Y aplicando una inteligencia natural elemental y ciertas dosis de sentido común, parece evidente que, si cada día le entra un determinado número de expedientes a cada departamento, ese mismo número es el que debe salir. Si no todos los días, sí de media. Porque si no sale, la inteligencia natural dicta que o falta gente o la que hay no rinde lo que debe. Que vaya usted a saber, porque yo no tengo ni idea y no sé si lo saben los que han hecho la auditoría.

Y dependiendo de lo que falte, faltan recursos u orden. O ambos dos, Y la voluntad política y la capacidad de gestión para dotarlos. Y digo yo que si desde 2016 está obligada la administración a tener un archivo digital de cuanta documentación se presente por registro, no sé cómo puede ser esa la conclusión en 2024. Claro que, puestos a no saber, no sé qué van a hacer para arreglarlo. Aunque confió en que sea pronto.

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