EL Gobierno central dio a conocer ayer las partidas provincializadas que corresponden a la provincia de Málaga en los Presupuestos Generales del Estado para 2015. La suma total de inversiones se acerca a los 280 millones de euros, 90 millones más que el año anterior. Desde este punto de vista hay que valorar el paso adelante. Es esencial intentar dinamizar un sector como la construcción, vital, en su justa medida, para que Andalucía se encamine con más fuerza hacia la recuperación. Pero a la vista de los proyectos en los que el Ejecutivo centra sus esfuerzos hay que convenir en que globalmente no despiertan precisamente el entusiasmo. Excepto el impulso al acceso norte al aeropuerto, no suponen un importante salto cualitativo en la mejora de las infraestructuras actuales. Siguen pendientes actuaciones urgentes en materia ferroviaria, básicas para mejorar la competitividad en materia turística de la Costa del sol. Nos referimos al prometido Cercanías a Marbella y Estepona. Resulta anacrónico que un destino entre los cinco mejores de España continúe asilado por tren. El Gobierno gana otro año de tiempo y dedica una partida testimonial al proyecto, inferior a la de 2014. Pensar, por tanto, en ese corredor ferroviario que conectaría también por tren la Costa oriental, resulta a día de hoy una quimera. Y afortunadamente aparecen en los enunciados de las iniciativas el Cercanías al PTA. Un tercio del total de la inversión la absorbe la finalización de AVE entre Málaga y Granada. Sí hay que destacar que el Ministerio de Fomento da un paso importante para ofrecer una alternativa al AVE Málaga-Sevilla, una obra parada desde hace tres años, que costará 1.300 millones y que los cálculos más optimistas dicen que podrá reanudarse en 2020. Fomento apuesta por realizar una bypass en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río para conectar entre sí las vías de alta velocidad de los trayectos en dirección a Málaga y Sevilla, lo que permitiría unir las dos capitales en apenas una hora. Una propuesta que siempre defendió como idónea el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. La previsión es comenzar la obra en 2017. La finalización de la recuperación del Palacio de la Aduana como museo de Málaga o los 44 millones para medio ambiente y saneamiento, donde esperamos que aparezca la depuradora de Nerja, son también actuaciones que se reflejan en unas cifras que, según el PSOE, relegan a la provincia de Málaga al puesto 15 de España. Los socialistas creen que con estas cuentas "no hay futuro". Una declaración exagerada. En lo que compete al Gobierno, Málaga no se estanca pero tampoco se vislumbran a corto plazo muchas iniciativas para generar ilusión.