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Pezzi ha llamado tontopollas a Feijóo y bastante gente se ha sulfurado. Hay palabras que fuera de su territorio natural se ajan. Hace muchos años intenté explicarle a una amiga irlandesa el concepto malafollá granaína. Fue un fracaso; mi inglés no estaba a la altura de tanta sutileza y su escaso español fue suficiente para que la expresión le torciera el gesto. Se quedó sin entender la afición granadina por el sarcasmo y el humor negro. Así que no me extraña que no se haya comprendido el ejercicio de malafollá que Pezzi ha tenido con Feijóo. El presidente del PSOE andaluz ha querido zaherir con toda la mala intención al presidente del PP español y el asunto se le ha ido de las manos. Pero no es para tanto; sólo un infortunado cruce de localismos y nacionalismos.
Hace unos días Feijóo estuvo en Granada haciendo una campaña doble; para que siga ahora Moreno en San Telmo y para llegar él a La Moncloa el año que viene. Se quiso pegar un rentoy gallego, sin darse cuenta de que ya no es presidente de la Xunta, que hay autonómicas en pocos días y que su candidato andaluz, como él, practica un nacionalismo ligth. Y aunque el sobrevenido andalucismo del PP sea bajo en cafeína y azúcar, resulta inconveniente ir a Granada a decir que la puesta de sol de Finisterre es mejor que la del Albaicín. Se podría haber quedado en un error de campaña si no hubiese mediado la impertinencia de Pezzi.
Feijóo hizo una gracia que bien podría clasificarse como malafollá: "Hace 20 años, el presidente de EEUU Bill Clinton estuvo aquí y dijo que esta es la más bella puesta de sol del planeta. No voy a discutir con Clinton, porque él nunca vio la puesta de sol de Finisterre". Traducido: que la mejor del mundo es la de Finisterre y que la de Granada es "una de las más bellas puestas de sol del mundo". (En Ronda podrían decir que no han visto ponerse el sol al otro lado del Tajo o en Sanlúcar que el sol hundiéndose en el mar al lado del Coto es inigualable).
Total, que Pezzi vio una oportunidad como aquella de 2015 de sacar la bandera verde y blanca en el Congreso, también en vísperas de unas autonómicas, la última con éxito socialista. En un tuit, que no ha retirado, sostenía que "estos comentarios catetos, del que nos visita y dice que su pueblo o su puesta del sol es mejor, los llamamos tontopollas". Y por si quedaban dudas, aclaró el término: "dícese de una persona muy tonta". Después del escandalito, Pezzi no se disculpó de su escarnio, escudado en la retranca granadina. No es cosa de celtas. La malafollá granaína no la entienden ni irlandeses ni gallegos, ni muchos andaluces siquiera.
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