Corruptelas

Es terriblemente injusto que más de media España se halle realizando la declaración de la renta para pagar lo justo, haciendo cábalas y números para poder sacar sus negocios adelante o a sus familias, mientras nuestros dirigentes políticos estafan y se chupan cifras millonarias. Y esto solo es la punta del iceberg. Parece que se ha ido normalizando en este país la corrupción. Celebré la moción de censura en su momento porque se ponía fin a un estado piramidal de vergonzosa putrefacción, a pesar de los socios con los que se combatía. Ni antes ni ahora dimite nadie, excepto raras excepciones. La cultura de la dimisión no existe. Tampoco devuelven el dinero sucio, con lo bien que vendría a las familias más vulnerables o para investigar sobre la ELA. Nuestro emérito regaló una indecente cantidad de millones a su amante, mientras que en nuestro país hay familias enteras en el umbral de la pobreza o la pobreza extrema. ¡Qué patriotas somos para algunas cosas! Su yerno pasó por la cárcel. Parece ser que fue el cabeza de turco. En tiempos bíblicos se les hubieran cortado las manos, o en China. Parece ser que el escarmiento es irrisorio, de lo contrario se lo pensarían dos veces antes de meter la mano en la buchaca. Los anteriores están colapsando la decencia con sus reivindicaciones. Parece que pidieran turno para seguir con el desfalco. La izquierda no roba: pues ya lo ves, bonito de cara. Esa izquierda que echa balones fuera y escurre responsabilidades. Un servidor ya es facha por mostrar su descontento y su decepción. Luego se quejan si sube la extrema derecha o la extrema izquierda, que haberla, hayla. Y luego están los cambios del relato. De no pactar con Podemos, los independentistas o los Bildus a ser sus protegidos o mimados. Al menos, a los otros se les ve venir. Aquí tampoco existen los pactos de estado. Tenemos que estar a la gresca permanentemente, sumidos siempre en el fango o en las cloacas. Los unos siguen defendiendo lo indefendible y los otros frotándose las manos porque hace tiempo que no roban. Pues claro que estoy orgulloso de ser español, pero otras veces me avergüenzo. Ya no sé si estoy en una república bananera. Son pillados prácticamente con las manos en la masa y los presuntos se irán de rositas, como casi todos. Es mucho peor robar un pantalón vaquero.

Haría falta una suerte de Revolución Francesa y que empezaran a rodar cabezas.

También te puede interesar

stats