Deshumanización

14 de febrero 2025 - 03:07

El mundo, tal y como lo conocemos, se puede ir a pique. Seguramente la demencia del hombre más poderoso del orbe podría conducirnos a un callejón sin salida o a la situación más extraña o desequilibrada de este siglo. Realmente no podemos saber qué nos espera de un señor que alentó el asalto al Capitolio por parte de unos desarmados con armas y unos desalmados sin alma. Esas escenas habrían sido impensables unas décadas atrás. EEUU podía presumir de ser una de las democracias más consolidadas, pero aquellas instantáneas parecían proceder de una república bananera. El cerebro de la banda fue declarado culpable por 34 delitos graves. Delitos penales y cuatro arrestos. Fue fichado en una cárcel del condado de Atlanta y ha sido objeto de diferentes denuncias por abusos sexuales. Uno de los más sonados fue el de la escritora Jean Carroll entre otros. Más de una docena de mujeres han acusado a Trump de ciertos abusos en un momento concreto. A pesar de ello, ha sido votado por una amplia mayoría de americanos. Corroboro el pensamiento de Jean Cocteau cuando decía que no se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría.

Cuando ascendió recientemente al poder, su despótico egocentrismo parecía expansionarse como el demoníaco uranio al considerar que Groenlandia o Canadá deberían depender de EEUU, quizás preferiría decir pertenecer. Igualmente deseó cambiar los nombres de golfos, cabos o ríos para mayor gloria del pueblo americano. Putin y Trump empiezan a parecerse como dos gotas de agua. Se trata de las típicas ansias expansionistas de los dictadores. Su última excentricidad ha sido tan inmoral como macabra. Justifica el indiscriminado bombardeo de Gaza y propone que sean realojados lejos de sus tierras para que esa franja dantesca se convierta en un lujoso resort para gente adinerada. Si esto lo estuviéramos viendo en una película holliwoodense, estaríamos esperando ansiosos la llegada del héroe de la Marvel para que impida tanta injusticia y atrape al malo. Todos aplaudiríamos un desenlace justo y equilibrado. A nadie le gusta que gane Magneto, Thanos o Hela. Pues bien, Trump está ganando. Me cuesta creer que haya una amplia mayoría de americanos y de gente corriente en el mundo que apoyen a semejante espécimen. Tan malvado como Venom. Pero, ¡ojo!, los antihéroes tienen también un amplísimo número de seguidores. Resulta desolador que, finalmente, triunfe el mal porque la gente corriente ya no distingue el bien del mal. Ortega y Gasset hablaba de la deshumanización del arte, pero ahora toca hablar de una suerte de oxímoron o antítesis: la deshumanización de la humanidad.

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